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Tras 7 años de crisis, el número de hipotecas sube y la morosidad baja

Esto sí que son brotes verdes

Esto sí que son brotes verdes

Llegados al ecuador del verano, como cada año aquí os dejo el último artículo antes de volver en septiembre con nuevos temas y las noticias más importantes sobre hipotecas.

Para cerrar la temporada, voy a repasar la situación hipotecaria en España y de las buenas noticias, ¡¡que por fin las hay!!

Si bien el año pasado aumentó la compra de vivienda casi un 20%, según los notarios, tampoco es una cifra muy significativa teniendo en cuenta que venimos de un gran cierre del grifo del crédito para hipotecas.

En 2014 se firmaron algo más de 200.000, según el INE (Instituto Nacional de Estadística), siendo la primera vez que la cifra aumenta en vez de caer, como pasó en los últimos 7 años.

El dinero prestado también ha crecido: los bancos nos dejan de media algo más de 100.000 €. Se nota que están necesitados de dar nuevas hipotecas para sustituir a las que progresivamente se van cancelando y para compensar todas las que no han dado durante los años anteriores.

También ha bajado el interés que cobran, que en 2014 fue de una media del 3,5%. Los diferenciales continúan en caída, con nuevas ofertas o rebajas de las que ya existían. Los más competitivos están actualmente en Euríbor + 1,25%, que barren a los de Euríbor + 1%, pues esconden tanta vinculación que encarecen el préstamo por encima de otros teóricamente más caros. Aunque siguen siendo exigentes, la banca en general ha relajado sus pretensiones respecto a los nuevos clientes.

Quizá también se han animado porque sufren menos morosidad: tanto empresas como particulares estamos pagando mejor nuestras deudas, a pesar de que todavía mucha gente se ve acuciada por la cláusula suelo, el IRPH (Índice de Referencia de Préstamos Hipotecarios) o una hipoteca multidivisa que ha aumentado su deuda.

Tenemos menos problemas de pago porque, por primera vez en años, destinamos de media menos del 30% de nuestros ingresos. El 30% (o un tercio) es lo que se recomienda usar como máximo para las deudas. Aunque en comunidades como Madrid y Baleares esta cifra se sitúa en el 40%, en otras como Castilla-La Mancha, Extremadura y Murcia el esfuerzo de los hipotecados ronda el 23%, según el Colegio de Registradores.

La cuota media de la hipoteca también ha bajado hasta los 553,44 € mensuales durante los últimos meses de 2014, lo que supone un nuevo mínimo histórico como los que está marcando el Euríbor, gran responsable de tanto ahorro y de que respiremos económicamente, gracias a que está alrededor del 0,16%. De media estamos ahorrando unos 400 € mensuales en la hipoteca respecto a cuando estuvieron tan caras en el verano de 2008.

Tras este resumen y explicación del panorama, sólo me resta desearos un buen verano y que, con estas altísimas temperaturas, vayáis por la sombra. ¡Hasta septiembre!

Un resquicio legal para evitar el desahucio por no pagar la hipoteca

Una bonita laguna legal para evitar que te echen del piso

Una bonita laguna legal para evitar que te echen del piso

En España, al tercer mes de no pagar la hipoteca (antes era al sexto) el banco la ejecuta y comienza el proceso de embargo del piso. Dura meses y si no se para antes porque un juez vea cláusulas abusivas en la hipoteca o por cualquier otra causa, termina con tu casa subastada por un 40%-60% de su valor.

Como de estas subastas no se suele enterar ni el Tato, porque bien se cuidan las entidades financieras en global de que así sea, el piso suele acabar en manos de banco. Como ha pagado una cantidad menor al valor del piso, te reclama el resto del dinero hasta cubrir toda la deuda que te queda por pagar.

Es inasumible. Si una persona deja de cumplir con una hipoteca es porque no puede, porque sólo le queda para comer y a veces ni eso. Entonces… ¿Cómo va a pagar una deuda pendiente? Ya bastante tiene con rehacer su vida sin casa y sin dinero, como para seguir debiendo pasta al banco.

La dación en pago, que se contempla en la Hipoteca Sin Más de Bankinter a Euríbor + 1,50%, es un salvavidas que te permite entregar el piso y olvidarte de cualquier deuda pendiente con el banco. Pero tampoco es la panacea: al fin y al cabo te quedas sin casa.

Lo interesante es no perderla, sino negociar con el banco, por muy mal que te vengan  las cosas para pagar la hipoteca. ¿Y eso cómo se consigue? Hay una organización creada hace poco, que se llama Asociación de Hipotecados Activos (AHA), cuyo presidente, Josep Manuel Novoa, habla de un resquicio legal para que el banco no te eche del piso por no pagar la hipoteca.

Se trata de alegar que la entidad ya no es el titular de la hipoteca, sólo tiene la gestión y la administración de la misma porque el préstamo está titulizado. Esto significa que el banco ha vendido tu hipoteca -junto a la de otros miles- a un fondo buitre, un fondo de cualquier otro tipo, a otra entidad…

Aunque el préstamo ya no es suyo, sí tiene derecho a ejecutarlo si no pagas (porque para eso tiene la gestión) pero no a echarte del piso, porque no es el titular. Ya no le debes el dinero a él si no al fondo X, el nuevo dueño de tu deuda. El banco sólo te cobra: gestiona y administra.

Novoa cree que en España casi todas las hipotecas están titulizadas porque así la banca evita tener demasiadas deudas pendientes de pago en sus balances. Este argumento de la AHA está basado en una respuesta del Banco de España a la carta de un particular.Y como la titulización de hipotecas es una gran desconocida, a pesar de ser muy frecuente, y hay grandes lagunas legales al respecto, pues de momento el argumento de que el banco no es dueño de tu hipoteca es válido para evitar que te desaloje del piso.

Para hacerlo, tendría que ir al juzgado con un poder notarial del nuevo y verdadero dueño de tu hipoteca, autorizándole a actuar en su nombre. Según Amnistía Internacional, desde que empezó la crisis ha habido 600.000 ejecuciones hipotecarias. Por el momento, con esta treta la AHA ha conseguido parar 7 de los 10 desahucios a los que se ha enfrentado, y tiene 65 casos más de camino a los tribunales. Denunciar a través de ellos cuesta 550 € y es una forma de intentar ganar tiempo y negociar con el banco sin perder el piso.

Los riesgos de ser avalista y cómo dejar de serlo

Ser avalista es un marrón que a algunos les toca comerse

Ser avalista es un marrón que algunos se comen

Seamos sinceros: ser avalista es muy bonito, muy heroico, súper generoso, pero también un marronazo impresionante. Como la persona a la que avalas deje de pagar, el banco arrampla con tu piso, tu coche, tu sueldo, tu garaje y hasta tu ropa interior presente y futura, hasta que pagues la deuda a la que la otra persona no puede hacer frente.

Cuántos padres y madres hemos visto ahora en la crisis perder su casa, o estar a punto de hacerlo, porque sus vástagos han dejado de pagar la hipoteca. Verdaderos dramones de telenovela, para gente que tiene pagada su casa desde hace años, cuando estas cosas no pasaban.

En las ofertas hipotecarias ya no se habla de avales ni avalistas, al menos de entrada, aunque supongo que, cuando aparezcas por la sucursal a preguntar por hipotecas y te metas en materia con el del banco, seguro que el tema sale a relucir si no creen que tengas un perfil lo suficientemente VIP y solvente como quieren. Y ya que las exigencias han aumentado un montón, aunque se relajen en algunas hipotecas, no es de extrañar que te pidan que alguien te eche una mano avalándote por si sale mal la jugada.

Si el banco no te cree tan capaz de pagar una deuda como para pedirte un avalista, ¿por qué el avalista se arriesga? Normalmente por el amor que se tiene hacia los hijos, pero estaría bien plantearse otra manera de ayudarlos que no entrañe el riesgo de perder todas tus cosas presentes y futuras hasta que pagues la deuda que otra persona deja pendiente.

Una forma es la del hipotecante no deudor. Avalas la hipoteca de alguien hipotecando parte de tu piso, pero sólo con una parte, que es la que arriesgas y la que realmente pierdes si a quien avales deja de pagar. De esta forma sólo palmas una parte de patrimonio y no todo hasta hacer frente a su deuda.

Sólo se puede dejar de ser avalista porque la hipoteca de quien avalas termina de pagarse, porque se hace una novación o un cambio de avalistas. Una novación es firmar un nuevo contrato sacándote de la ecuación como avalista. Esto sólo lo aceptan los bancos si el/los avalado/s tienen una impecable trayectoria de pago y se muestran capaces de seguir así. Cambiar de avalistas es posible si, por ejemplo, la pareja se separa y quien se queda con el piso pone nuevos avalistas porque los otros ya no le tocan ni el pie.

Ser avalista es tan serio que no se termina ni con la muerte. Así como se heredan los pisos, los coches y los millones (quien los tenga), también se heredan las deudas y los tinglados de este tipo. Si eres avalista y te mueres, quien acepte tu herencia será el nuevo avalista.

Habrá 5 años para pagar la deuda pendiente tras el embargo

Aún hay mucha tela que cortar

Aún hay mucha tela que cortar

La sabiduría popular dice que segundas partes nunca fueron buenas… Menos mal que las segundas oportunidades sí son bien recibidas. Ahora a ver si funciona y de verdad es útil.

Me refiero a la que llaman ley de segunda oportunidad, que el Gobierno ha aprobado recientemente mediante un Decreto Ley.

Como su nombre indica, se pretende dar una segunda oportunidad económica a los autónomos, pequeñas empresas y familias que no pueden hacer frente a sus deudas. En el caso de las últimas, la más común e importante es la hipoteca.

Aunque no se ha establecido la tan querida y pedida dación en pago (entregar el piso al banco a cambio de cancelar toda la deuda), sí que se ha aprobado que la familia pueda acordar de manera extrajudicial (sin juicios ni demandas) con el banco el pago de la deuda, quitando los intereses o aplazando los pagos, etc.

También que, una vez embargada la vivienda, si el importe que el banco ha sacado por ella en una subasta no cubre la deuda que la familia tenía por la hipoteca (lo que suele ocurrir), ya no se debe más dinero durante 5 años.

Si en esos 5 años siguientes la situación mejora (heredan, les toca la lotería, encuentran un trabajo muy bien remunerado) y son capaces de hacer frente a la deuda, el banco va a exigir que lo haga. También si al principio los hipotecados parecían insolventes y luego se descubre que tenían patrimonio oculto o cosas por el estilo. Pasados esos 5 años el banco ya no te puede reclamar ni un céntimo.

Todo este proceso será tutelado por un juez y dice el Gobierno que va encaminado a que no se arruinen las familias, pero claramente se ve que a quien no se quiere que quiebre la banca.

También se amplían los requisitos para que más familias puedan beneficiarse del Código de Buenas Prácticas, que entró en vigor hace justo dos años y que, como se preveía, ha sido muy tibio y sólo ha permitido que el 8% de las familias desahuciadas puedan acogerse a él. Ahora los ingresos exigidos son de máximo 22.365 € anuales (antes 19.170 €) y el tiempo queda prorrogado hasta 2017. También se permite que a estas mismas familias se les deje de aplicar la cláusula suelo si la tenían vigente.

A la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) le parece que esto es insuficiente y que de una vez por todas se necesitan medidas reales que alivien la situación de las más de 570.000 familias que no pueden pagar la hipoteca.

Dicen que cuando hay acuerdos extrajudiciales la cosa se queda en manos de los acreedores (el banco al que le debes la pasta), lo que se traduce en una desventaja para el moroso porque la otra parte impone condiciones que sólo benefician a sus intereses. Además creen que 5 años son muchos (hasta ahora eran 15) y que con un año es suficiente para ver si una familia se recupera o no dela muerte económica.

Más de 40.000 ejecuciones hipotecarias en 2014

Hay que protegerse como sea

Proteger a la familia es lo primero

Va a ser verdad que lo primero que pagamos y lo último que dejamos de pagar es el piso. La casa es la casa y con el techo de la familia no se juega.

A pesar de los 4,5 millones de parados, de la espectacular bajada de sueldos para los que han cambiado de trabajo durante la crisis y de la congelación o pérdida de ganancias para los que se mantienen en sus puestos, la mayoría de hipotecas se siguen pagando mes a mes un céntimo tras otro.

Continúa habiendo ejecuciones, aún hay desalojos, pero ya no tantos. Según los registradores de la propiedad, el año pasado se iniciaron más de 40.000 ejecuciones hipotecarias a familias (personas solas, parejas, con o sin hijos…), una cifra bastante baja para el 1,8 millones de hipotecas que se han firmado desde 2007.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) estima que el 80% afecta a viviendas habituales y el resto a segundas residencias, locales o garajes: un espanto igual pero mucho menos traumático que si se trata del piso donde vives.

No obstante, son más de 40.000 dramas que no deberían existir por el sufrimiento y gasto que comportan a quienes los padecen. La parte buena es que no todas las ejecuciones hipotecarias terminan con la gente en la calle.

Algunas procesos se paran y la familia se queda en la casa, bien porque se negocia con el banco, bien porque interviene algún colectivo como la PAH (Plataforma de Afectados por la Hipoteca), porque el juez paraliza el proceso tras examinar el contrato de la hipoteca y encontrar alguna que otra cláusula abusiva, o porque se encuentra una solución intermedia.

Para que te ejecuten la hipoteca tienes que estar 3 meses sin pagarla. Antes eran 6, pero durante la crisis acortaron el plazo para reducir el número de morosos, si bien yo creo que esta medida más bien lo aumenta. Se dieron muchos casos de impago, ejecución e incluso desahucio desde 2008, especialmente entre quienes compraron el piso cuando los precios estaban más altos, que luego se chuparon unos pedazo de tipos de interés, con el Euríbor en el 5,393% en julio de 2008.

Con los tipos de interés por los suelos (el Euríbor de enero ha cerrado en el 0,298%), todavía hay impagos. Claro: el paro, otras deudas, el paso del tiempo come los ahorros y no todas las hipotecas están libres de cláusula suelo, ni están ligadas al Euríbor ni se firman en euros. El subidón que han pegado las cuotas de las hipotecas en monedas extrajeras fijo que pega un buen bocado a muchas familias.

La crisis hipotecaria no ha terminado, habrá segunda parte

La muerte no es el final

La muerte no es el final

De 2007 a 2008 no sólo cambiamos de año, también de ciclo y de tendencia. En 2008, aunque el entonces presidente del Gobierno Zetapé tardara en reconocer que había crisis, fue cuando inauguramos este periodo que taaaan largo se está haciendo, que ya tenemos tan interiorizado y normalizado y que aún durará algo más de tiempo.

Las hipotecas firmadas hasta 2007, y algunas de años posteriores, tenían diferenciales bajos, menos vinculación que ahora, se daban a gente que podía pagar y a otros que a todas luces se veía que dejarían de pagar. El Euríbor llegó en julio de 2008 a su máximo histórico: 5,393%, y los tipos de interés también se situaron en lo más alto: 4,25%.

Cuesta pensar que hace seis años las cosas estaban así, cuando el Euríbor está a hora por debajo del 0,40% porque los tipos de interés también están rompiendo sus mínimos, situándose hace poco en el 0,05%.

En 2007 una familia dedicaba el sueldo de 8 años para pagar la hipoteca. Ahora solamente se dedican 6 años, si bien no es oro todo lo que reluce. Aunque actualmente cuesta menos hacer frente al préstamo, quedan fuera de la ecuación las personas con cláusula suelo, las que han perdido el trabajo o ganan menos dinero que antes.

Antes se prestaba el 100% del valor del piso con facilidad, incluso ha habido casos de prestarse más dinero para hacer frente a los gastos de compraventa o, por qué no, aprovechar la hipoteca para pagar el coche o las vacaciones. Ahora se presta hasta el 80% y no en todos los casos.

Antes los diferenciales estaban por debajo del 1%. Ahora eres afortunado si consigues uno por debajo del 2%. Hay muchos de estos, pero no se los dan a cualquiera, sólo a los que resisten la crisis con ahorros, trabajo antiguo y estable e ingresos decentes.

El precio de los pisos ha bajado, se preguntan incluso si ha tocado fondo, pero el acceso al crédito cotninúa difícil y encima ya no hay desgravación por hipoteca. Conclusión: la gente que ahora vive bien, hipotecariamente hablando, es la que tiene una hipoteca antigua, con un diferencial bajo y unos ingresos que no se han mermado.

Cuando estalló la crisis dedicábamos, dependiendo de la provincia, entre un 50% y un 80% de nuestros ingresos a pagar el piso. Era demasiado. Ahora sólo dedicamos el 30%, que es lo recomendable, ¿pero qué pasará cuando el Euríbor vuelva a subir? Pues que si ahora que estamos en mínimos es cuando la cosa está como debería ser siempre, se pondrá otra vez inalcanzable para muchos.

En el caso de los que aún tengan hipotecas con desgravación fiscal, diferencial bajo y ganen un sueldo majo seguramente consigan capear nuevamente el temporal. En el caso de los que no cayeran en 2008 y ahora tengan menos dinero o hayan perdido el empleo, volverán a estar en riesgo de perder la casa.

Los que tengan una hipoteca de las de ahora ya pueden rezar a Santo Crédito Bendito para no perder el trabajo porque las cuotas se dispararán y ese 30% de dinero que dedicamos ahora se puede duplicar fácilmente y podemos volver a vernos como en 2008 y 2009. Segundas partes nunca fueron buenas, así que imagina qué chungo se pondrá cuando ni la primera parte estuvo bien.

¿Buscando hipoteca? Pues ojo con lo que haces en Facebook

Ojito a lo que haces en las redes sociales

Ojito a lo que haces en las redes sociales

Como bien sabéis, después de derrochar préstamos hipotecarios por doquier, los bancos se han puesto -si cabe- más serios para dar nuevas hipotecas que para cobrar las antiguas.

Trabajo más estable que una mesa de billar, más antigüedad que las columnas griegas, sueldo de ministro, no tener deudas, contar con los ahorros de un jubilata ordenado y ser más joven que los del botellón son algunos de los requisitos casi imprescindibles la banca pide ahora para darte una hipoteca.

Te estudian todo: nóminas, gastos corrientes, vida laboral, historia de pagos, declaración de la renta, estado civil, hijos... Un sinfín de movidas que se traducen en alrededor de 20 papeles para conocerte a fondo. Si les molas, tienes opciones. Si no, ya te puedes ir por donde has venido.

Para estudiar tu perfil, para saber si vas a ser buen pagador o un moroso en potencia, todos tus datos se introducen en una máquina llamada score, que realiza un procedimiento llamado scoring, que viene a ser mirarte con una lupa de Rayos X. Los resultados de esta máquina los estudia un econometra. A saber, un tipo o tipa que sabe mogollón de economía y que el banco paga para analizar si lo que dice la máquina va bien o mal encaminado, así como los posibles puntos ciegos del sistema.

La novedad en todo esto es una nueva variable: algo tan absurdo o tan sensato, según se mire, como tu interacción con Facebook. Y es que hay una empresa que ofrece estadísticas, no sé cómo de fiables, sobre lo buen o mal pagador que vas a ser según el tiempo que pasas en las redes sociales.

Que pasas mucho rato en Facebook, pues piensan que no vas a ser buen pagador porque te pasas el día conectado a estas movidas de ocio superficiales en vez de trabajar o realizar actividades productivas, lo que les hace pensar que no serás una persona seria con los pagos.

Que pasas poco tiempo en Facebook, pues creen que serás un buen cliente que cumplirá con los pagos porque te dedicas a cosas más productivas y, por tanto, te ven de fiar.

Bueno, ¿y si no estás en Facebook pero te pasas el día moneando con otras aficiones? Ele, mira dónde tiene esto el punto débil… Esto puede ser una variable a tener en cuenta, siempre que el estudio en que se basa sea serio, pero no debería contar mucho a la hora de darte o no una hipoteca.

Los bancos sólo renegocian un cuarto de las hipotecas en apuros

Lo mejor es intentar llegar a un acuerdo

Lo mejor es intentar llegar a un acuerdo

¿Tienes problemas para pagar la hipoteca? Pues haz lo posible y lo imposible, porque los bancos no están muy por la labor de colaborar cuando les cuentas que lo de apoquinar se va a acabar.

Al menos así se desprende de la estadística que acaba de publicar el Minsiterio de Economía, según la cual de las 4.523 solicitudes que los bancos recibieron entre octubre y diciembre de 2013, solamente el una de cada cuatro (el 26%) fueron aceptadas.

Esto significa que sólo una de cada personas con problemas para pagar la hipoteca obtuvo una solución. La dación en pago, que es entregar el piso al banco y zanjar el asunto sin más, no se lleva a cabo en muchos casos.

Y el Código de Buenas Prácticas que el Gobierno puso en marcha para las personas con movidas para afrontar su deuda hipotecaria tampoco está dando los frutos esperados por las familias con el cinturón más apretado que una vedette.

Aprobado en abril de 2012, hace ya dos años, no parece que vaya a cambiarse, ni ampliarse, ni por tanto a mejorar. El Gobierno se niega, quiere dejarlo tal y como está. La friolera de 97 entidades bancarias se apuntaron al carro para aplicarlo pero, en la práctica, queda en papel mojado para la mayoría de la gente.

Cuando tengas problemas para pagar la hipoteca, lo mejor es que hables con el banco cuanto antes; mejor si es antes de dejar de pagar. Gana tiempo y no perderás ni el piso, ni la cabeza pensando en qué porras vas a hacer para soltar un dinero que no tienes.

En cuanto estés tres meses sin pagar la cuota, el banco ejecuta la hipoteca y se inicia el proceso de embargo, que se puede prolongar durante meses, incluso más de un año. ¿Pero quién quiere llegar a eso? ¿Y quién quiere realmente una dación en pago? ¿No es preferible quedarse con el piso que sin la deuda pero también sin la casa y sin todo el dinero pagado ya por ella?

Los bancos no son dados a la caridad, están para hacer negocio, y despiadadamente, oiga. Pero cuentan con una cantidad indecente de pisos sin vender. Se han convertido en las grandes inmobiliarias de España tras haber embargado promociones enteras a constructoras quebradas, promotoras en apuros y particulares morosos.

A la banca no le interesa tener más pisos sino clientes que paguen. Así que habla con el banco e intenta llegar a un acuerdo. Un tiempo sin pagar intereses, un periodo sin pagar, una rebaja de la cuota… Hay formas de hacerlo, todo es tener voluntad por su parte y saber, por la tuya, que probablemente esto no será gratis y que te pidan alguna cosilla a cambio, como por ejemplo vincularte más a la entidad contratando algún producto extra.

 

Cómo evitar la morosidad y la pérdida del piso

La salud financiera también hay que cuidarla

La salud financiera también hay que cuidarla

El mejor preventivo contra la morosidad es el sentido común que te lleve a contratar una hipoteca no arriesgada. ¿Y cómo sabes que una hipoteca no pone en riesgo tu economía?

Aparte de que no hay fórmulas magistrales que te garanticen al 100% que tu vida no cambiará y pasarás de buen pagador a moroso amoroso, sí puedes tener en cuenta estas claves para no pasar de la alegría por tener un piso a la desolación por tener que abandonarlo y encima arrastrar una deuda impagable.

Antes de pasarte por el banco calcula cuál es el 30% de tus ingresos o los de la unidad familiar.  Ese es el límite que no debes sobrepasar bajo ningún concepto. Si ya tienes otras deudas como un coche, un préstamo personal o la compra de un pepinaco de tele para el salón, descuenta todas estas cantidades de ese 30%. El resultado es lo que sí puedes pagar realmente de hipoteca.

Por eso no interesa tener deudas, porque si no un poquito de allí y una pizquita de allá te acaban ahogando y cuando terminas de pagar el coche, se cae a cachos, y cuando acabas de pagar la tele, ha salido otra mejor.

Otra cosa a tener en cuenta es qué pasa si te quedas en paro, nada descabellado hoy en día. ¿Cuántas deudas podrías asumir con tu paro y el sueldo de tu pareja? ¿Y con los dos en el paro? ¿Y con uno de los dos cobrando el paro y otro con la prestación agotada? Nadie desea verse así, pero como puede pasar, es mejor prevenir un desahucio que lamentarlo.

Si esto significa que, a pesar de la increíble bajada del precio de la vivienda, que ya dicen que va por la mitad de lo que costaba en 2007, no te puedes permitir una gran casa, la casa de tus sueños, pues cómprate una más chiquitita, más modesta. Cuando mejoren las cosas ya tendrás tiempo de progresar.

Para hipotecarte tienes varias opciones: los préstamos a interés fijo, a interés mixto y a interés variable. Los primeros no te los aconsejo porque, aunque siempre sabes cuánto pagarás de hipoteca, los intereses que pone la banca son más que abusivos. Un 5%, 6%, 8% o 9% es demasiado. En este caso la tranquilidad no compensa.

Las hipotecas mixtas son las que te cobran al principio un interés fijo que, meses o años después, pasa a ser variable, normalmente ligado al Euríbor. El tiempo que pagas cuota estable, sin sustos, no te beneficia porque sólo está pensada para que los bancos ganen dinero en tiempos como estos, de tipos de interés bajo.

No son malas hipotecas, pero ahora interesan más las variables ligadas al Euríbor, aunque las nuevas dentro de unos años pueden explotar como bombas de relojería. El Euríbor subirá y se jiñarán por la pata con los intereses a pagar, parecidos a los de una hipoteca fija.

Y eso que es el índice menos malo porque acumula una media menos alta. Las revisiones pueden ser semestrales o anuales. También tienes la opción de revisar la cuota cada 5 años con el IRS, pero la banca casi no usa este índice. ¿Lo mejor? Tener en cuenta estos consejos y esperarte a que la oferta sea más decente. Estos no son buenos tiempos para firmar una hipoteca.

Que la hipoteca no te haga perder la cabeza

Que el banco no te haga perder la cabeza

No te dejes comer el coco

Las hipotecas nos traen de cabeza a todos. Las subidas que hubo del Euríbor, las cláusulas abusivas, intereses por las nubes, los cambios de índice de referencia, las hipotecas multidivisa…

No es de extrañar que alguna vez los problemas hipotecarios nos ronden la cabeza. Tener deudas es estresante para cualquiera, aunque una vez vi a un hombre en el programa Ajuste de Cuentas al que le encantaba estar endeudado y vivir al límite. Había sufrido cosas muy chungas y le ponía a cien el riesgo económico.

Como éste hay pocos, menos mal. Lo ideal es no tener deudas o, si las tienes, no estresarte por ello. La clave es elegir una hipoteca o pedir un préstamo que puedas pagar, no pasarte con la tarjeta de crédito y vivir por debajo de tus posibilidades para ahorrar algo.

Lo malo es que tener una hipoteca te cause estrés, psicosis, problemas con el alcohol y otras drogas ilegales, depresión y movidas varias. Porque, según un estudio de la Universidad de Southhampton en Reino Unido, las personas con deudas tienen más probabilidad de sufrir todo esto que las que no están endeudadas.

Para afimar semejante cosa, han estudiado a más de 34.000 maromas y maromos que tenían hipoteca, otras deudas y que le daban cosa fina a la tarjeta de crédito. La conclusión fue que el 25% de esta gente tenía problemas con las drogas, depresión o sufría psicosis.

Hombre… Como digo, tener hipoteca puede ser estresante, pero hay gente que no la tiene y también hace levantamiento de vidrio en barra fija y usa el carné de identidad para algo más que para enseñarlo junto a la tarjeta de crédito cuando la saca a pasear por las tiendas.

Estos de la universidad británica también dicen que alguno de ellos había pensado más de una vez en quitarse la vida, un tema con el que hay que tener mucho cuidado y con el que no se puede frivolizar, como han hecho en un banco ruso. Allí, una entidad llamada Tinkoff envió una propaganda incitando al suicidio a un joven que, habiendo sido muy cumpidor, dejó de pagar la hipoteca.

Cuando el chaval les pidió explicaciones, no se les ocurrió otra cosa que decirle que era una forma de llamar la atención a los morosos y que, si se lo pedía, podía refinanciarle la deuda. ¡¡¿Mmmmm?!! Yo lo mínimo que hubiera hecho es poner cara de póker, pensar que están majaras y, como ha hecho él, denunciarles. Qué pasada, ¿no crees?