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Un resquicio legal para evitar el desahucio por no pagar la hipoteca

Una bonita laguna legal para evitar que te echen del piso

Una bonita laguna legal para evitar que te echen del piso

En España, al tercer mes de no pagar la hipoteca (antes era al sexto) el banco la ejecuta y comienza el proceso de embargo del piso. Dura meses y si no se para antes porque un juez vea cláusulas abusivas en la hipoteca o por cualquier otra causa, termina con tu casa subastada por un 40%-60% de su valor.

Como de estas subastas no se suele enterar ni el Tato, porque bien se cuidan las entidades financieras en global de que así sea, el piso suele acabar en manos de banco. Como ha pagado una cantidad menor al valor del piso, te reclama el resto del dinero hasta cubrir toda la deuda que te queda por pagar.

Es inasumible. Si una persona deja de cumplir con una hipoteca es porque no puede, porque sólo le queda para comer y a veces ni eso. Entonces… ¿Cómo va a pagar una deuda pendiente? Ya bastante tiene con rehacer su vida sin casa y sin dinero, como para seguir debiendo pasta al banco.

La dación en pago, que se contempla en la Hipoteca Sin Más de Bankinter a Euríbor + 1,50%, es un salvavidas que te permite entregar el piso y olvidarte de cualquier deuda pendiente con el banco. Pero tampoco es la panacea: al fin y al cabo te quedas sin casa.

Lo interesante es no perderla, sino negociar con el banco, por muy mal que te vengan  las cosas para pagar la hipoteca. ¿Y eso cómo se consigue? Hay una organización creada hace poco, que se llama Asociación de Hipotecados Activos (AHA), cuyo presidente, Josep Manuel Novoa, habla de un resquicio legal para que el banco no te eche del piso por no pagar la hipoteca.

Se trata de alegar que la entidad ya no es el titular de la hipoteca, sólo tiene la gestión y la administración de la misma porque el préstamo está titulizado. Esto significa que el banco ha vendido tu hipoteca -junto a la de otros miles- a un fondo buitre, un fondo de cualquier otro tipo, a otra entidad…

Aunque el préstamo ya no es suyo, sí tiene derecho a ejecutarlo si no pagas (porque para eso tiene la gestión) pero no a echarte del piso, porque no es el titular. Ya no le debes el dinero a él si no al fondo X, el nuevo dueño de tu deuda. El banco sólo te cobra: gestiona y administra.

Novoa cree que en España casi todas las hipotecas están titulizadas porque así la banca evita tener demasiadas deudas pendientes de pago en sus balances. Este argumento de la AHA está basado en una respuesta del Banco de España a la carta de un particular.Y como la titulización de hipotecas es una gran desconocida, a pesar de ser muy frecuente, y hay grandes lagunas legales al respecto, pues de momento el argumento de que el banco no es dueño de tu hipoteca es válido para evitar que te desaloje del piso.

Para hacerlo, tendría que ir al juzgado con un poder notarial del nuevo y verdadero dueño de tu hipoteca, autorizándole a actuar en su nombre. Según Amnistía Internacional, desde que empezó la crisis ha habido 600.000 ejecuciones hipotecarias. Por el momento, con esta treta la AHA ha conseguido parar 7 de los 10 desahucios a los que se ha enfrentado, y tiene 65 casos más de camino a los tribunales. Denunciar a través de ellos cuesta 550 € y es una forma de intentar ganar tiempo y negociar con el banco sin perder el piso.

Más de 40.000 ejecuciones hipotecarias en 2014

Hay que protegerse como sea

Proteger a la familia es lo primero

Va a ser verdad que lo primero que pagamos y lo último que dejamos de pagar es el piso. La casa es la casa y con el techo de la familia no se juega.

A pesar de los 4,5 millones de parados, de la espectacular bajada de sueldos para los que han cambiado de trabajo durante la crisis y de la congelación o pérdida de ganancias para los que se mantienen en sus puestos, la mayoría de hipotecas se siguen pagando mes a mes un céntimo tras otro.

Continúa habiendo ejecuciones, aún hay desalojos, pero ya no tantos. Según los registradores de la propiedad, el año pasado se iniciaron más de 40.000 ejecuciones hipotecarias a familias (personas solas, parejas, con o sin hijos…), una cifra bastante baja para el 1,8 millones de hipotecas que se han firmado desde 2007.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) estima que el 80% afecta a viviendas habituales y el resto a segundas residencias, locales o garajes: un espanto igual pero mucho menos traumático que si se trata del piso donde vives.

No obstante, son más de 40.000 dramas que no deberían existir por el sufrimiento y gasto que comportan a quienes los padecen. La parte buena es que no todas las ejecuciones hipotecarias terminan con la gente en la calle.

Algunas procesos se paran y la familia se queda en la casa, bien porque se negocia con el banco, bien porque interviene algún colectivo como la PAH (Plataforma de Afectados por la Hipoteca), porque el juez paraliza el proceso tras examinar el contrato de la hipoteca y encontrar alguna que otra cláusula abusiva, o porque se encuentra una solución intermedia.

Para que te ejecuten la hipoteca tienes que estar 3 meses sin pagarla. Antes eran 6, pero durante la crisis acortaron el plazo para reducir el número de morosos, si bien yo creo que esta medida más bien lo aumenta. Se dieron muchos casos de impago, ejecución e incluso desahucio desde 2008, especialmente entre quienes compraron el piso cuando los precios estaban más altos, que luego se chuparon unos pedazo de tipos de interés, con el Euríbor en el 5,393% en julio de 2008.

Con los tipos de interés por los suelos (el Euríbor de enero ha cerrado en el 0,298%), todavía hay impagos. Claro: el paro, otras deudas, el paso del tiempo come los ahorros y no todas las hipotecas están libres de cláusula suelo, ni están ligadas al Euríbor ni se firman en euros. El subidón que han pegado las cuotas de las hipotecas en monedas extrajeras fijo que pega un buen bocado a muchas familias.

La crisis hipotecaria no ha terminado, habrá segunda parte

La muerte no es el final

La muerte no es el final

De 2007 a 2008 no sólo cambiamos de año, también de ciclo y de tendencia. En 2008, aunque el entonces presidente del Gobierno Zetapé tardara en reconocer que había crisis, fue cuando inauguramos este periodo que taaaan largo se está haciendo, que ya tenemos tan interiorizado y normalizado y que aún durará algo más de tiempo.

Las hipotecas firmadas hasta 2007, y algunas de años posteriores, tenían diferenciales bajos, menos vinculación que ahora, se daban a gente que podía pagar y a otros que a todas luces se veía que dejarían de pagar. El Euríbor llegó en julio de 2008 a su máximo histórico: 5,393%, y los tipos de interés también se situaron en lo más alto: 4,25%.

Cuesta pensar que hace seis años las cosas estaban así, cuando el Euríbor está a hora por debajo del 0,40% porque los tipos de interés también están rompiendo sus mínimos, situándose hace poco en el 0,05%.

En 2007 una familia dedicaba el sueldo de 8 años para pagar la hipoteca. Ahora solamente se dedican 6 años, si bien no es oro todo lo que reluce. Aunque actualmente cuesta menos hacer frente al préstamo, quedan fuera de la ecuación las personas con cláusula suelo, las que han perdido el trabajo o ganan menos dinero que antes.

Antes se prestaba el 100% del valor del piso con facilidad, incluso ha habido casos de prestarse más dinero para hacer frente a los gastos de compraventa o, por qué no, aprovechar la hipoteca para pagar el coche o las vacaciones. Ahora se presta hasta el 80% y no en todos los casos.

Antes los diferenciales estaban por debajo del 1%. Ahora eres afortunado si consigues uno por debajo del 2%. Hay muchos de estos, pero no se los dan a cualquiera, sólo a los que resisten la crisis con ahorros, trabajo antiguo y estable e ingresos decentes.

El precio de los pisos ha bajado, se preguntan incluso si ha tocado fondo, pero el acceso al crédito cotninúa difícil y encima ya no hay desgravación por hipoteca. Conclusión: la gente que ahora vive bien, hipotecariamente hablando, es la que tiene una hipoteca antigua, con un diferencial bajo y unos ingresos que no se han mermado.

Cuando estalló la crisis dedicábamos, dependiendo de la provincia, entre un 50% y un 80% de nuestros ingresos a pagar el piso. Era demasiado. Ahora sólo dedicamos el 30%, que es lo recomendable, ¿pero qué pasará cuando el Euríbor vuelva a subir? Pues que si ahora que estamos en mínimos es cuando la cosa está como debería ser siempre, se pondrá otra vez inalcanzable para muchos.

En el caso de los que aún tengan hipotecas con desgravación fiscal, diferencial bajo y ganen un sueldo majo seguramente consigan capear nuevamente el temporal. En el caso de los que no cayeran en 2008 y ahora tengan menos dinero o hayan perdido el empleo, volverán a estar en riesgo de perder la casa.

Los que tengan una hipoteca de las de ahora ya pueden rezar a Santo Crédito Bendito para no perder el trabajo porque las cuotas se dispararán y ese 30% de dinero que dedicamos ahora se puede duplicar fácilmente y podemos volver a vernos como en 2008 y 2009. Segundas partes nunca fueron buenas, así que imagina qué chungo se pondrá cuando ni la primera parte estuvo bien.

Los bancos sólo renegocian un cuarto de las hipotecas en apuros

Lo mejor es intentar llegar a un acuerdo

Lo mejor es intentar llegar a un acuerdo

¿Tienes problemas para pagar la hipoteca? Pues haz lo posible y lo imposible, porque los bancos no están muy por la labor de colaborar cuando les cuentas que lo de apoquinar se va a acabar.

Al menos así se desprende de la estadística que acaba de publicar el Minsiterio de Economía, según la cual de las 4.523 solicitudes que los bancos recibieron entre octubre y diciembre de 2013, solamente el una de cada cuatro (el 26%) fueron aceptadas.

Esto significa que sólo una de cada personas con problemas para pagar la hipoteca obtuvo una solución. La dación en pago, que es entregar el piso al banco y zanjar el asunto sin más, no se lleva a cabo en muchos casos.

Y el Código de Buenas Prácticas que el Gobierno puso en marcha para las personas con movidas para afrontar su deuda hipotecaria tampoco está dando los frutos esperados por las familias con el cinturón más apretado que una vedette.

Aprobado en abril de 2012, hace ya dos años, no parece que vaya a cambiarse, ni ampliarse, ni por tanto a mejorar. El Gobierno se niega, quiere dejarlo tal y como está. La friolera de 97 entidades bancarias se apuntaron al carro para aplicarlo pero, en la práctica, queda en papel mojado para la mayoría de la gente.

Cuando tengas problemas para pagar la hipoteca, lo mejor es que hables con el banco cuanto antes; mejor si es antes de dejar de pagar. Gana tiempo y no perderás ni el piso, ni la cabeza pensando en qué porras vas a hacer para soltar un dinero que no tienes.

En cuanto estés tres meses sin pagar la cuota, el banco ejecuta la hipoteca y se inicia el proceso de embargo, que se puede prolongar durante meses, incluso más de un año. ¿Pero quién quiere llegar a eso? ¿Y quién quiere realmente una dación en pago? ¿No es preferible quedarse con el piso que sin la deuda pero también sin la casa y sin todo el dinero pagado ya por ella?

Los bancos no son dados a la caridad, están para hacer negocio, y despiadadamente, oiga. Pero cuentan con una cantidad indecente de pisos sin vender. Se han convertido en las grandes inmobiliarias de España tras haber embargado promociones enteras a constructoras quebradas, promotoras en apuros y particulares morosos.

A la banca no le interesa tener más pisos sino clientes que paguen. Así que habla con el banco e intenta llegar a un acuerdo. Un tiempo sin pagar intereses, un periodo sin pagar, una rebaja de la cuota… Hay formas de hacerlo, todo es tener voluntad por su parte y saber, por la tuya, que probablemente esto no será gratis y que te pidan alguna cosilla a cambio, como por ejemplo vincularte más a la entidad contratando algún producto extra.

 

Hipotecas patera: cómo ganar dinero a costa de los inmigrantes

Los bancos se han reído en la cara de algunos inmigrantes

Los bancos se han reído en la cara de algunos inmigrantes

Quisieron ganar dinero a manos llenas y acabaron arruinando a la entidad. Los peces gordos de la CAM (Caja de Ahorros del Mediterráneo) hacían la vista gorda cuando, durante el boom inmobiliario, los directores de algunas sucursales daban hipotecas a inmigrantes sin recursos.

Al extranjero que hace 10 años pedía un préstamo, se lo daban aunque no tuviera ingresos para devolverlo, patrimonio para avalarlo o vinculación suficiente con España para garantizar que no se largaría a su país con lo puesto cuando le embargaran el piso por dejar de pagar la hipoteca.

La CAM es un ejemplo de malas prácticas bancarias. Al que pedía la hipoteca le sugerían que convenciera a amigos o familiares para que le avalaran.

Otras veces no sabían ni con quién compartían la carga: era la propia caja quien ponía en contacto a varios clientes con el mismo perfil para que se avalaran unos a otros. A veces hasta se conocían al firmar en el notario.

Había que burlar al sistema informático que estudia los riesgos, así que metían todos los datos el día de la firma y así no daba ningún error. En mi tierra esto se llama manipulación pura y dura.

Esta pifia era vox pópuli dentro de la entidad y abundaba en Alicante, Madrid, Andalucía y Murcia. Sus empleados la bautizaron con sorna y mucha guasa como hipotecas patera.

Por un lado sabían que esto podría costar caro a largo plazo, como ha pasado, petando las cuentas con pisos sin vender y préstamos impagados. Por otro, estaban tan cegados por las ansias de dinero que pensaban que, si el pringao que firmaba dejaba de pagar y era embargado, su piso se vendería en poco tiempo y más caro.

¿Por qué, aun así, se dieron créditos tan arriesgados? Los directores de sucursal se llevaban jugosos incentivos de hasta 50.000 € si cumplían con el número de hipotecas marcado para ese año. Cayera quien cayera, todo valía para aumentar los beneficios de la caja entre un 20% y un 40% cada año.

Que nadie se lleve a engaño. Ex-empleados de la caja dicen que había directores que no querían dar este tipo de hipotecas, aunque eso les marginara y dejara sin comisión. Eran regañados pero no despedidos, así que el fin no justifica los medios, ni disculpa el comportamiento de los trepas que sí lo hicieron.

Sabían que esto les conduciría a la destrucción y les salió el tiro por la culata porque la avaricia rompió el saco. Lo cachondo es que crearon escuela en otras entidades, que empezaron a copiar este malévolo sistema, llegando a estar conchabados con agentes inmobiliarios, que les enviaban a los inmigrantes necesitados de hipoteca.

Esto explica por qué, en 2008, una inmobiliaria de Sevilla arregló para una nigeriana que no sabía leer ni escribir, con contrato temporal y un sueldo de 500 pavos al mes, una hipoteca de 123.000 € para un piso de 66.000 €.

Este escándalo nos enseña nuevamente lo indignante que es el comportamiento rastrero de algunos bancos para ganar muchísimo dinero con las hipotecas durante la burbuja inmobiliaria. ¿Y todavía nos preguntamos de dónde viene la crisis?

El Banco de España sabía que los bancos daban hipotecas arriesgadas

Quien ayuda a un ladrón tiene 100 años de perdón (y encima gloria)

Quien ayuda a un ladrón tiene 100 años de perdón (y encima gloria)

El Banco de España sabía y no hizo nada para evitar que los bancos dieran hipotecas de manera irresponsable durante los gloriosos años de la burbuja inmobiliaria.

Y es que en esta crisis hay más de un culpable: los que pidieron de más, los que dieron de más, los que lo consintieron, los que manejaron la situación y los que ahora los niegan.

El organismo que se supone que debe regular la banca en España acaba de confesar que en 2009 ya emitió un informe tras inspeccionar a Caja Madrid, una de las principales entidades que pasaron a formar parte de Bankia cuando se creó, avisando de que casi la mitad de las hipotecas que había dado se habían vuelto más arriesgadas que meterle el dedo en el ojo a Hulk Hogan.

La entidad madrileña, más chula que pichi, había firmado préstamos para personas con pocos ingresos o sin ganancias regulares, a lo que se empezaron a sumar las hiptecas de gente que antes podía pagarlas sin esfuerzo.

La crisis, el paro y la precariedad laboral habían empeorado muchas economías familiares. En algunos casos la hipoteca pasó de suponer hasta el 30% de los ingresos -que es el máximo aceptable- a chupar el 60% del dinero que entraba en casa, haciendo más difícil pagar la cuota. En el 17% de los casos que analizó el Banco de España, la hipoteca pasó a costar todo lo que se ganaba.

La culpa no fue del cha-cha-chá y la situación se podía haber evitado si no se hubieran concedido préstamos por encima del valor de tasación del piso, que además estaba inflado en muchos casos; y si el Euríbor no hubiera subido tanto. Las dos eran cosas previsibles y Caja Madrid, al igual que la toda la banca española, no hizo nada para evitar el desastre.

El colmo fue que los pisos empezaron a costar menos de lo que la gente pagaba por ellos, lo que se llama hipotecas underwater, y que todavía afecta a muchas viviendas de este país. Con tal panorama hay quien prefiere entregar el piso al banco y olvidarse del problema. La lástima es que esta fórmula, más conocida como dación en pago, sólo es aceptada por el banco in extremis, y éste no sólo se queda con el piso por una cantidad irrisoria sino que además te reclama la deuda pendiente.

En 2010 el Banco de España tiró a Caja Madrid otra vez de las orejas y le sugirió que analizara más el riesgo y las posibilidades de que una familia devolviera el préstamo sin problemas. Le aconsejó que comprobara los ingresos, otra perogrullada que debería hacerse por sistema, y que tuviera en cuenta lo que realmente justificaban ganar más que los que declaraban oficialmente.

Otra tela pelotera es que Caja Madrid empezó a financiar a los promotores inmobiliarios con problemas para pagar, ampliando los plazos que tenían para pagar el capital y los intereses; algo injusto a todas luces que arruinó a la entidad y tampoco se hizo con las familias. Toma mala gestión y trato desigual.

El colmo es que esta entidad está intervenida con nuestro dinero. Ni bronca ni ná. Ni comisión que estudie nada, el PP lo ha parado todo. Primero manejó en Caja Madrid, hizo y deshizo en Bankia y ahora tapa todos los agujeros con palabras cobardes y el dinero del rescate financiero, que ni de coña nos repercutirá positivamente.

Esto se acaba de saber por una filtración del caso Bankia, que está en los tribunales. ¿Pero qué pasaría si esto no se filtra? Que ni nos enteramos, aunque lo sospecháramos. Entonces… ¿Cuántas entidades financieras lo hicieron fatal y ahora se van de rositas? ¿Crees que se salva alguna?

Hay pocos que no paguen la hipoteca en comparación con el número de parados

Unas perrillas de allí, otras de acá... Y así al final la mayoría paga la hipoteca como puede

Unas perrillas de allí, otras de acá... Y la hipoteca se paga aunque nieve o truene

Por lo que puedan pensar de España más allá de nuestras fronteras, sobre todo ahora que se va a rescatar a la banca, la Asociación Hipotecaria Española (AHE) ya manda mensajes de tranquilidad.

Dice que, aunque 1 de cada 4 españoles que está en edad de trabajar se encuentra en el paro (24%),  ni siquiera 1 de cada 10 hipotecados carece de empleo (entre el 7% y el 9%).

Para relajar los pelos como escarpias de los que ya van diciendo que los impagos en las hipotecas se van a disparar en nuestro país a consecuencia del aumento del paro y la demás coyuntura pésima que vivimos, se quiere dar a entender que aquí va muy mal la cosa pero que las hipotecas se pagan.

Ya lo dijo el otro día el ministro de Economía, Luis de Guindos, lo que no dijo es cómo se pagan y por qué. La explicación pasa por varios factores, que se resumen en el perfil de los hipotecados, la familia y el dinero negro.

El paro azota especialmente a los jóvenes, con más del 40% sin trabajo, sin embargo sólo el 4% de ellos tienen una hipoteca. O bien han elegido el alquiler, o siguen con sus padres porque aún no han podido comprarse un piso ni alquilarlo por falta de trabajo o empleos cutres y precarios.

Otro factor a tener en cuenta es que el 90% de las hipotecas se firman a nombre de al menos dos personas o cuentan con avalistas. Si una persona se queda en el paro, la que queda sigue trabajando. Incluso si ambas pierden su trabajo, con la prestación por desempleo siguen pagando la hipoteca.

Si se agota la prestación, recurren a la ayuda de los 400 euros. Además, en España nos caracterizamos por ser fieles y cumplidores para pagar el piso, aunque sea con ayuda de nuestros familiares: es sabida la cantidad de pensionistas y otros familiares que están echando un cable a los que peor lo tienen con la crisis.

Los avalistas suelen ser padres y/o madres enmarronados que terminan perdiendo su piso de toda la vida o, con mucha suerte y tras sudar tinta china negociando con el banco, consiguen quedarse en él, perdiendo la propiedad y pagándole alquiler de por vida.

La economía sumergida también ayuda bastante a pagar la hipoteca y otras cosas. Ni todos los parados cobran solo la prestación, ni todos los que se supone que no tienen ingresos viven del aire, ni siquiera todos los que tienen un trabajo por cuenta ajena curran solamente en eso. Hay mucho dinero que se mueve sin que Hacienda huela un eurete.

Todo esto explica la paz social que aún se mantiene en las calles, cuando lo normal sería que ante todo lo que estamos viviendo nos echáramos al campo y al asfalto con el mismo ímpetu, ganas de guerrear, técnicas y tácticas que los mineros asturianos y leoneses. Y explica por qué, a pesar de que para los préstamos en general, hay un 8,3% de morosos según el Banco de España, los que no pagan la hipoteca llegan sólo al 2,74%.

A ver hasta dónde llegamos sin que pete el sistema…

La banca cambia de estrategia frente a los que no pagan la hipoteca

La banca se viste de pingüino para reclamar la pasta a los que no pagan la hipoteca

Si no pagamos la hipoteca, la banca ha empezado a preferir negociar antes de achucharnos al cobrador del frac

Las familias debemos cada vez menos dinero a los bancos, según el Banco de España, y no es que de repente hayamos pagado todo o ya no necesitemos que nos presten.

Es que los bancos han dejado de prestarnos dinero y han tirado por la calle de en medio con los que no pagan, embargando muchos más pisos de los que ahora les hubiera gustado, pues estropean sus resultados financieros al no encontrar compradores y no poder transformarlos en dinero.

Aunque nuestra deuda hipotecaria es la más baja desde diciembre de 2007, los bancos se han gastado más de 9.000 millones € en perseguir a las más de 350.000 familias que durante los últimos cuatro años y medio (toda la crisis) no han pagado la hipoteca y al final han perdido su piso porque el banco se la ha ejucutado.

En vista de que a los bancos les estaba costando de media 22.000 € conseguir cada piso cuya hipoteca no se pagaba, y teniendo unas pérdidas de un 30% en cada proceso, han decidido cambiar de estrategia. En vez de ejecutar la mayoría de las hipotecas que no se pagan, los bancos están ejecutando solo el 30%, mientras que el 50% se negocia y el 20% restante termina llegando a algún acuerdo de otro tipo. Además, no persiguen tanto a los que han perdido el piso y siguen debiendo dinero.

Esto viene siendo una dación en pago encubierta, pues a fin de cuentas solo se entrega el piso para saldar la deuda. Lo malo es que, aunque el banco renuncie a perseguir lo que se le debe, coloca al moroso en una lista que luego no le permitirá ni alquilar un piso, porque cualquier casero puede rechazarlo por tener deudas y haber dejado de pagar anteriormente.

A pesar de todo lo que han hecho los bancos (ferias inmobiliarias, crear empresas filiales 100% destinadas a vender los pisos embargados, bajar los precios, chantajearnos para que compremos uno de sus pisos o si de lo contrario no nos dan la hipoteca, etc…), no consiguen transformar el ladrillo en dinero y por eso han empezado a buscar todo tipo de alternativas, incluso los bancos que al principio eran más duros.

Es lo que tenían que haber hecho desde un primer momento, pero la avaricia rompe el saco y pensaron que quedarse con los pisos por el 50% o el 60% de su valor en una subasta a la que no concurría no Peguisú, sería un buen negocio, más rápido y más limpio que negociar. El tiempo ha dado la razón a los hipotecados y las asociaciones de consumidores y se la ha quitado a los bancos.

Entre todos debemos a los bancos 875.557 millones €, de los que 668.847 millones € (tres cuartas partes del total) son de hipotecas y solo la cuarta parte (202.290 millones €) son de créditos para el consumo.

Hasta que se han decidido a hacer esto, mogollón de familias han perdido su casa y encima siguen debiendo dinero al banco, que difícilmente lo va a cobrar si la gente que ha perdido su casa la perdió porque no podía pagarla. Se calcula que al final de todo este proceso, serán 700.000 las familias que compraran durante el boom y lo hayan perdido todo.

¿Es buena idea reunificar las deudas en una nueva hipoteca?

Qué fácilmente daban dinero prestado y lo que está costando devolverlo

Qué fácilmente daban dinero prestado y lo que está costando devolverlo

Reunificar las deudas, es decir, juntar todo lo que debes de hipoteca, tarjetas de crédito, préstamos personales, etc.,  puede ser la solución a tus problemas o la soga que te ciñas al cuello para que las deudas terminen de ahogarte.

Parece que arrejuntando todo lo que debes en un solo préstamo vas a reducir los problemas, cuando en verdad se multiplican los intereses que pagas por ese dinero que te han prestado.

Reunificar las deudas es una buena idea si en un momento dado te vienen mal dadas porque, por ejemplo, te quedas sin trabajo, pero en el futuro tu situación económica va a cambiar porque, por ejemplo, vuelves a encontrar un empleo.

También es buena idea si consigues reunificar las deudas con el banco donde tienes la hipoteca: bien porque amplía el préstamo hipotecario que ya tienes para incluir lo que debes de la tarjeta de crédito o los préstamos personales que pediste para pagar la hipoteca; bien porque te da una segunda hipoteca que abarque las deudas que no son del piso; o bien porque cancele tu hipoteca actual y te dé una nueva que incluya la hipoteca anterior más lo que debes de tarjetas, préstamos personales, etc., teniendo en cuenta que esta opción resulta más cara.

En cambio, puede ser un auténtico suicidio financiero si recurres a alguna las entidades que estaban especializadas en reunificar las deudas, entidades que no son bancos ni cajas de ahorros, aunque estos pueden ser los dueños de dichas empresas.

Y digo estaban porque de las cuatro que había ya solo queda una a la que, con los vaivenes que está pegando la crisis, le sigan quedando ganas de prestar dinero a personas que desde el principio ya sabe que tienen problemas para devolver el dinero.

Para cubrir este grandísimo riesgo, a la hora de juntar las deudas en un solo préstamo, estas empresas ponían unas condicionas más duras que los bíceps de Stallone en sus buenos tiempos.

En vez de cobrarte intereses según el Euríbor + 1% o 1,5% (menos si contratas ciento y la madre de productos con el banco), Celeris (una de estas empresas que aceptaban reunificación de deudas hasta hace cuatro días) te cobraba Euríbor + 6,95%. Una pasada.

Y en vez de cobrarte entre el 0% y el 1% de comisión por abrir el crédito, te clavaban hasta un 3,95%. Otra pasada.

Al final, acababas pagando al mes el doble de lo que le pagabas al banco solo por la hipoteca del piso, así que aquí se ve que, en estos casos, no sale rentable pedir préstamos personales ni tirar de tarjetas de crédito para pagar el piso, ni mucho menos juntar todas las deudas en una sola, a no ser que quieras pagar el doble durante décadas.

Nos echan del piso mientras las inmobiliarias se van de rositas

Pinto, pinto, gargolito, si me embargan el piso, ya me puedo ir guareciendo bajo un puentecito...

Pinto, pinto, gargolito, si me echan del piso, ya me puedo ir guareciendo bajo un puentecito...

La crisis que se ha instalado en España con más virulencia que en otros países y que está echando más raíces que los acampados en la Puerta del Sol, nos trae el nuevo y triste récord histórico de 15.491 desahucios, que son 15.491 familias a las que echan de  casa por no pagar el alquiler o la hipoteca.

A pesar de que durante este mismo primer trimestre se han reducido por segunda vez consecutiva desde 2007 las hipotecas ejecutadas por no pagar al banco, los desalojos se disparan porque vienen de las hipotecas ejecutadas en 2009 y 2010. El año pasado ya hubo 93.000 embargos y para este año se espera una cifra aún mayor.

Antes, la gente se iba cuando le ejecutaban la hipoteca, ahora resisten como Numancia hasta que los echan del piso porque no tienen adónde ir, ni familiares que los acojan.

Como ya somos campeones del paro, ¿qué más da que lo seamos de desahucios? Total, no se va a notar… La gente que pierda la casa, que se vaya de acampada de indignados a la plaza del pueblo, y aquí peich y después glory.

Esta cantidad tan escalofriante de desahucios supone un 36,3% más que el año pasado, según el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que es el organismo que siempre calcula estas cifras, pues los desalojos pasan por los juzgados.

En Hispania no habrá más que desorden y desconcierto mientras que no se pongan soluciones que nos traigan cambios de ya para ya, y que duren a largo plazo. La dación en pago (cancelar hipoteca con el piso) es un buen ejemplo, pero los políticos no están por la labor de perjudicar a los bancos, aunque eso pudiera beneficiarnos.

Ésa es su excusa. Estoy harta de oír cómo si la dación en pago fuera una realidad, los bancos nos atizarían hipotecas todavía más caras. Ja-ja. ¡Pero si los pringaos somos los más fieles y a-morosos de sus clientes! Somos a los que más prestan y los que menos peligro tenemos de no pagar.

Los peores, los que no están pagando, a los que se fió dando hipotecas sin respaldos, los que están reventando el sistema son los promotores y constructores inmobiliarios.

Su morosidad es del 17,8% frente a un 2,6% de nuestras hipotecas. Es decir, son 7 veces más morosos y encima deben más dinero: 42.000 millones €, más 40.000 millones € que tienen pinta de seguir el mismo camino, frente a los 14.400 millones € que no pagamos los pringadillos.

En España nos esforzamos día a día para tener la selección nacional de campeones del desastre y todo apunta a que lo estamos consiguiendo. Pagamos las consecuencias los curritos de a pie, a los que más se nos culpa y más se nos castiga, sin ser necesariamente los más culpables.

¡Vámonos todos de acampada indignada! Ouuuu yeaaaaaaah.