A día de ayer, a día de hoy y a día de mañana, los funcionarios que trabajan en España lo tienen más fácil para conseguir una hipoteca que los que no lo son. No son necesariamente mejores hipotecas, pero sí exclusivas para ellos y con acceso preferencial sobre los demás.
Si la gente que trabaja para el Estado es de Muface, nombre que significa Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado, tiene fácil acceso a una hipoteca del BBVA que durante los dos próximos años se podrán contratar con las siguientes condiciones.
Para construir o adquirir su vivienda habitual, aunque no sea la primera que compran en su vida, financian hasta el 80% del valor de tasación o el de compraventa (el que sea menor) y te dejan devolver el dinero durante 40 años con un interés de Euríbor +1,5%. La hipoteca no tiene suelo y la cuota se revisa anualmente.
No cobran comisión por abrirla y si la cancelas en los 5 primeros años te cobran un 50%, bajando al 0,25% a partir del sexto año. Para seguir en la línea habitual de los bancos, el BBVA les obliga a domiciliar la nómina y contratar el seguro del hogar.
Las personas que no son funcionarioas o no trabajan en grandes empresas, bancos o cajas tienen crudo optar a una hipotecaa. No es que ésta del BBVA para los de Muface sea la monda lironda, pues las hay mejores ahora mismo en otros bancos, al menos sobre el papel, por ejemplo con un diferencial inferior a Euríbor + 1,5%, pero al menos tienen más oportunidades que los demás.
Muface es un ente público que depende del Estado, así que el Gobierno debería poner más interés en mirar por todos y no solo por los suyos. ¿O es que los demás no sostenemos el Estado de (Sin)Derecho y Malestar que luego tienen todo el día en la boca? Pero así son las cosas, así han sido siempre y así seguirán siendo a menos que se hunda el planeta.
Si has nacido pringao, di adiós a la hipoteca con la manita al estilo de los príncipes para saludar a la multitud desde el coche de caballos. Los requisitos que hoy en día piden los bancos para dar una hipoteca son estos 6:
1. Tener ahorrado el 20% del valor de tasación del piso o enmarronar a alguien para que nos avale y cruzar los dedos.
2. Tener ahorrado el 10% que cuestan los gastos de la compra del piso aproximadamente (notario, gestoría, tasación, escritura, IVA…)
3. Tener estabilidad laboral. ¿Estabiliqué? Llevar al menos 2 o 3 años en la misma empresa (jua, jua) y ganar por lo menos 2.000 € netos al mes (más jua jua), pudiendo demostrar que es una cantidad fija y estable (jia jia). Si eres autónomo o tienes contrato temporal, échate a llorar o a rezar, lo que prefieras.
4. Enamorarte de un buen piso. Si al banco no le mola tu piso porque cree que si dejas de pagar y te lo embarga, luego no lo podría colocar en el mercado, despídete de le hipoteca.
5. Darle al banco toda la documentación que te pida y enseñarle desde el paladar hasta las bragas, si te lo pide. A veces los bancos se escudan para no dar la hipoteca en que no has entregado todo lo que solicitaban.
6. Abrirte de piernas todo el rato y abrirte las carnes poniendo tú el látigo e incluso autoflagelarte, si hace falta. Vamos, estar dispuesto a esclavizarte con seguros, tarjetas, cuentas, planes de pensiones, depósitos y todo tipo de cosas que te pidan como condición obligatoria para darte el préstamo.
Una monería, ¿verdad?