Con la que está cayendo en Siria y otras partes del mundo y a la Organización de las Naciones Unidas, que más bien conocemos por sus siglas ONU, le preocupa la situación inmobiliaria del planeta, incluida la de España.
No me lo esperaba, pero ¿por qué no? ¿Acaso no es verdad lo que dice de que la vivienda se ha convertido en un negocio del que sacan mucha tajada a través de las hipotecas?
Un piso es un derecho fundamental, pero con las aves rapaces que nos rondan desde los bancos, mucha gente queda fuera del sistema y la que entra, forma parte de una rueda en la que la sangran a intereses a través de las hipotecas.
El tema es que hoy, ¿quién es el guapito de cara que se compra un piso sin hipoteca? Cuatro en guerrilla. Los que blanquean dinero, los que lo heredan, los que especulan y los que vendieron antes otra cosa y pagan a tocateja un billetico tras otro.
Según la ONU, tal y como está montado el sistema hipotecario hace mucho daño social en todo el mundo. Y critica especialmente la situación que vivimos en España.
Tan dependientes nos hemos vuelto de las hipotecas para comprar un piso que éstas nos ahogan y han convertido a la vivienda en un negocio y eso supone que su precio suba como la espuma y que los que tienen menos ingresos o recursos no puedan optar a un piso digno.
Como culpable, la da una buena patada en la boca a los Gobiernos, incluido el español, al afirmar que se dedican a rescatar a bancos en apuros en vez de garantizar el acceso a la vivienda a todos los ciudadanos a través de programas y subvenciones. Muy cierto en Spain ahora que los peperos que gobiernan se han cargado las ayudas a compra de VPO.
Partiendo de la base de que este organismo nació con muy buena voluntad pero no es más que un teatrillo afincado en la Gran Manzana de Nueva York, que no hace nada eficaz y todo lo que dice es papel mojado, lo que diga sobre las hipotecas de aquí o allá tampoco debería tener mayor trascendencia, aunque en lo que afirma lleva más razón que un santo.
A pesar de esto y de que se supone que la ONU se dedica a otras cosas, dice verdades como puños. Y qué malito tiene que estar el panorama inmobiliario y de las hipotecas para que las Naciones Unidas metan la nariz en esto.
Es como cuando al Rey le dio hace poco por escribir una carta para llamar a la unidad frente al repunte independentista en Cataluña, teniendo en cuenta que este señor no es más que una figurita de cera con la misma gracia que el caganet de los belenes, pero también la misma importancia.