Mira que son variopintas las formas que tienen las empresas de que nos enganchemos a sus productos, pero la más original, rastrera y conveniente es la de pillarnos por la hipoteca.
Ya hemos visto iniciativas curiosas, como la de que una cofradía iba a pagar la cuota a una familia sin recursos durante un año o la de que un centro comercial sorteaba abonar el préstamo de la persona ganadora durante 6 meses.
Aquí tenéis otra de estas artimañas del marketing, esta vez de la mano de una cadena de supermercados, que no me da la gana mencionar para no hacerle publicidad, pero que está en todo el territorio nacional y en cuanto veas el nombre de la campaña ya vas a saber cuál es.
Con poca imaginación y mucha cara ha llamado a la promoción Hipoteca IFAntástica. Ja, ja, ja. ¿A qué lumbreras se le habrá ocurrido el nombre? Como celebra su 45º aniversario, o sea aprovechando que el Pisuerga pasa por Fachadolid, ha sorteado 20 premios de 1.000 pavos al mes durante un año, o sea 12.000 pavos para pagar la hipoteca, menos lo que se lleva Hacienda por la cara, digo… en concepto de IRPF.
Da igual si tu cuota es de 400 € o de 1.200 €, si eres uno de los 20 ganadores ante notario, te sueltan mil pavarrios al mes y allá te las apañes tú para pagar al banco con lo que te ha dejado neto Hacienda. Y no pienses que se podía apuntar cualquiera para ganar la pasta y gastarla en otra cosa. Nooooo. Si no tienes hipoteca no te valía para na porque el premio era pechonal e intransferible.
Tenías que rellenar un cupón con los típicos datos personales y haber comprado al menos cuatro productos de las marcas que indicaban en los carteles del súper. Luego la cajera te daba un cuponcillo por cada 15 euros de compra y lo de siempre: te incitan a comprar porque el que más compra, más cupones tiene, y el que más cupones tiene aumenta sus probabilidades de ganar, mientras seguro que sí aumenta el gasto en el supermercado.
Pero es que el premio no está mal… No está nada mal… Fantaseo con no pagar la hipoteca y me cae la saliva como si viera un oasis en un desierto. ¿Te imaginas ganar 12.000 euros más al año por la jeta? ¿Te imaginas olvidarte de la hipoteca durante un año entero? ¿Has pensado cuántas cosas podrías hacer con ese dineral?
De esto es de lo que se aprovecha esta cadena de supermercados y todos los que nos venden cupones, boletos y demás gaitas para sorteos. De nuestra ilusión, de nuestras esperanzas y de la inocencia de que nos puede tocar. Bueno… Es que a alguien le ha tocado, pero mira por dónde siempre es a otro.