Cuando vas al banco para preguntar por una hipoteca y quieres que te digan si te la darían o no, o quieres negociar porque tienes un buen perfil y buscas mejores condiciones, el director o la directora de la sucursal te pedirá un montón de documentación.
Últimos recibos de pago -si tienes otras deudas-, nóminas, última declaración de la Renta, fotocopia de los DNI, entre otros. Todo a encaminado a saber quién eres, cuánto ingresas, cuánto gastas y si, en definitiva, serás capaz de devolver el préstamo que estás pidiendo.
Todos esos datos son enviados a un departamento de Riesgos, que decidirá si te dan o no la hipoteca. Allí hay analistas que meten todos los datos en complejos programas informáticos que recomiendan darte o no la hipoteca. Es lo que en argot hipotecario se llama scoring.
¿Pero cómo lo sabe la máquina? Se le meten parámetros que se piensa que son de buen cliente y otros que son malos, para que cuando reciban datos sepan cómo clasificarlos. Pero la máquina puede dar datos poco exactos o desviarse, así que todo es interpretado por un experto analista.
Sin embargo, la tendencia actual y novedosa es sustituir tanto los programas actuales como al analista por algoritmos matemáticos, que harían la presencia humana innecesaria. O sea que una máquina, exclusivamente una máquina, decide si te dan o no la hipoteca.
La intención es que las decisiones se tomen con criterios homogéneos, que se dé siempre la misma importancia a las mismas cosas, eliminando el sesgo humano. Para lograr que el algoritmo no se equivoque y sea muy preciso se le entrena. Se le meten parámetros que el banco ha obtenido de toda su experiencia con clientes durante años.
Cuantos más datos se le metan al algoritmo, más tiempo tardará en calcular, pero también más capaz será de analizar a fondo tu perfil y mayor la probabilidad de acertar en su decisión. Es muy caro entrenar un algoritmo, pero dicen que merece la pena invertir para no equivocarse con los futuros clientes.
En Estados Unidos ya hay algoritmos que calculan el precio de tu seguro del coche en función de cómo conduces, porque recogen datos de cómo frenas, a qué velocidad vas, etcétera. Son robots muy inteligentes que toman sus propias decisiones en función de las muchísimas variables que se les han enseñado.
Se cree que en España, para 2020, ya no habrá scoring tradicional hecho con un programa de Riesgos y un analista, sino que los algoritmos matemáticos decidirán exclusivamente sobre si se aprueba o no una operación hipotecaria. ¿Te parece bien? ¿Qué opinas? Yo creo que avanzar con la tecnología está muy bien, pero que el ser humano no debe apartarse, y la respuesta de los algoritmos también debe estudiarla un experto porque las máquinas pueden fallar, o ha podido equivocarse quien le suministró los datos para el cálculo de cada caso.