Qué gracia. Son los que dieron hipotecas de forma irresponsable, los que primero embargaron y luego escucharon ideas para aplazar las cuotas, los que se han llenado de ladrillos y los que, al final, han cerrado el grifo de las hipotecas.
Por eso indigna que los bancos se quejen ahora de que el bajón que ha pegado la venta de viviendas y las pocas hipotecas que hay -porque no quieren dar más ni en mejores condiciones- les están dejando de dar parte de los beneficios a los que están tan mal acostumbrados a nuestra costa.
Justo antes de que desapareciera la maravillosa deducción en Hacienda por tener hipoteca de la vivienda habitual, la venta de pisos sufrió un achuchón que ahora, vuelta a la realidad, se ha convertido en un bajón impresionante. En enero y febrero aún se notaba algo el tironcillo, pero en marzo la compraventa de viviendas bajó un 11,9% y, en abril, un escandaloso 29,7%, lo que supone el mayor batacazo en dos años, todo según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Al darse menos hipotecas, y con la situación tan inestable que vivimos en el mundo laboral y nuestros maltrechos o inexistentes ahorros, se venden menos pisos y, por tanto, los bancos dejan de ingresar dinero, además de por los intereses que ya no nos cobran, por la indecente cantidad de productos asociados a las hipotecas, como ellos los llaman.
Se trata de los seguros de hogar, vida, coche, protección de pagos, desempleo… De las tarjetas de crédito y débito, la cuenta corriente, depósitos o plan de pensiones, así como la domiciliación de la nómina y varios recibos. En resumen, todas las mandangas que nos obligan a contratar para darnos la hipoteca, y con las que están dejando de ingresar cuantiosas primas y comisiones. Menos mal que al menos estas esclavitudes desgravan en la Declaración de la Renta al mismo nivel que la hipoteca (un 15% de hasta 9.015 €).
Qué mal lo han previsto. Tan listos que estuvieron para anticiparse a la caída de los intereses endiñándonos las cláusulas suelo, con las que a la tercera parte de los hipotecados nos sacan miles de euros extra al año, y ahora van y les sorprende perder margen de negocio, un 6,2% el BBVA y un 34% Bankia (Caja Madrid).
Cerrar el grifo de las hipotecas es lo que tiene: si no dejas pasar nada hacia fuera, nada de fuera recibirás a cambio. Si no hay hipotecas, no hay intereses que cobrar ni ataduras con las que sangrar a los clientes. Si tanto miedito tienen y tan tensionados están ahora, que se lo hubieran montado mejor.
¡¡No me dan ninguna pena!! ¡Hablamos de beneficios, ni siquiera de pérdidas! Nosotros sí que tenemos pérdidas y aquí estamos, aguantando el chaparrón sin azúcar ni turrón.