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¿El banco me dará la hipoteca?

Triple alianza: el banco se quiere casar contigo en vez

Ya sabemos lo que quieren. Aunque abren la mano y la tienden a los jóvenes con curro fijo, en su intento por aumentar beneficios para contrarrestar que las hipotecas ya no les dan a ganar los mismos dinerales que antes, los bancos siguen teniendo sus perfiles preferidos.

Para ellos, lo más de lo más es que seas funcionario/a, tengas ingresos altos, ahorros y… ¡¡estéis casados!! No es que al banco le importe tu vida privada, pero ya sabes que su mentalidad es muy conservadora y, aunque no lo hace por tradición ni gusto social, sí que prefiere que estéis casados, antes que ser novios, familiares o simplemente amigos, porque el matrimonio es una situación legal regulada.

Eso al banco le viene bien porque, en caso de que uno fallezca o pase algo, está estipulado qué pasará con la hipoteca y el banco lo tiene más fácil para cobrar el dinero.

Lo de preferir funcionarios ya se sabe por qué es… Contrato fijo, sueldo estable y por encima de la media. Después sus preferidas son las personas con contrato indefinido con una antigüedad mínima de año y medio, que tal y como están las cosas hoy en día, es todo un logro. 

Y luego, atención: entre trabajadores autónomos y empleados con contrato temporal, prefiere a estos últimos. En cualquier caso, los prefes de todos, además de funcionarios, son los empleados de multinacionales con sueldos altos.  Y los últimos, los jubilados o sin empleo.

Si tienes hijos también es un plus, porque te ven como una persona responsable y eso te da puntos a favor en el scoring, el sistema que utilizan para puntuar a los candidatos a la hipoteca. 

Pero tampoco es determinante ni siempre a favor, depende de la situación y del banco, ya que tener hijos supone más gastos y la hipoteca no debe suponer más de un tercio de todos los ingresos del hogar. En general, las deudas -incluida la hipoteca- no deben suponeros más de un tercio de lo que ganáis si no queréis veros con el agua al cuello, porque después de pagarlas toca vivir (comida, facturas, transporte, ocio, etc.) con el resto. 

Y ya lo de siempre… Que si tienes ahorros, mejor que mejor, porque los bancos son reacios a dar más del 80% de lo que vale el piso. Por ejemplo BBVA sí ofrece hasta el 100%, según tu perfil, y también puedes lograrlo si reúnes muchas condiciones para que te vean especial y te metan en el club VIP. Otra opción para lograr más del 80% es elegir un piso del banco, en ese caso se hacen las excepciones que hagan falta o te atan con vinculación a tope.

Este último es otro punto clave que, sin embargo, interesa hacer en lo mínimo, porque cuanta más vinculación firmes más dinero gastarás en cosas que no tenías previstas. No es lo mismo domiciliar la nómina y pagar con tarjeta, que total lo harás igual en otro sitio, que contratar un plan de pensiones o los seguros con el banco, ya que son hasta un 50% más caros que si los firmas con empresas de fuera.

Ahora mismo las mejores ofertas están, como ocurre desde años, en la banca online, especialmente Coinc (de Bankinter) donde puedes pillar una hipoteca a Euríbor + 0,89% sin vinculación ni comisiones, contratándola íntegramente por Internet, excepto el inevitable paso por la notaría. También te dan mejores condiciones, hasta Euribor + 0,69% si sólo necesitas el 50% o 60% de lo que vale el piso.

¿A quién le da el banco la hipoteca?

Nuevo perfil

Nuevo perfil

Ya se sabe que desde el estallido de la crisis, que trajo consigo un Euríbor altísimo (5,39%) que dejó sin pagar muchas hipotecas, los bancos ya no se casan con cualquiera. Y hacen bien… Más vale prevenir que embargar.

Aunque mucha gente aún no puede acceder al crédito, bien porque ellos mismos se cortan y no piden, bien porque los bancos les deniegan la hipoteca, sí que se están dando préstamos desde que se abrió el grifo hace 3 años.

El perfil del nuevo titular de una hipoteca en 2016 es el de un hombre de 37 años con ingresos netos de 1.600 € al mes. Parece un perfil machista, pero es que este año, según un estudio de El Hipotecador, entre los solicitantes de hipoteca había el doble de hombres que de mujeres.

El plazo al que se firma la hipoteca es de 27 años, menos tiempo que antes, que casi todos los préstamos nuevos se firmaban a 30 e incluso 40 años. Es diferente del último dato oficial del Instituto Nacional de Estadística (INE), que dice que las hipotecas se contratan de media a 22 años.

No obstante, luego no estamos tanto tiempo pagando, ya que la media que tardamos en devolver el dinero es de 21 años, porque algunos intentan amortizar lo que pueden para acortar el tiempo de pago y ahorrar intereses. Además, con lo bajísimos que están los depósitos hoy en día, invertir en la hipoteca o en una vivienda es una de las mejores formas de ahorrar para el futuro y una de las que salen más rentables.

A pesar de que los diferenciales van por 1% o menos, el interés medio al que se firma una hipoteca es del 3,10%. Hay que tener en cuenta que más del 60% de los préstamos imponen un interés fijo el primer año, para compensar que el Euríbor está en negativo, y que un tercio de las nuevas hipotecas son a tipo fijo.

Según la encuesta, se tarda entre 6 y 8 semanas en tramitar el préstamo, y el 95% de la gente que firma por segunda vez cambia de entidad. Esto seguramente responda al descontento que se tiene con el banco inicial y a la negativa de éste a mejorar las condiciones cuando se le pregunta por una nueva hipoteca.

En general los bancos buscan personas con trabajos estables en los que se lleven muchos años, varios titulares, ingresos por encima de los 2.000 – 3.000 € en conjunto y no prestan más del 80% a devolver en 30 años.

Por eso quienes peor lo tienen son los jóvenes, que no han tenido tiempo de posicionarse dignamente en el mundo laboral ni de tener antigüedad ni ahorros, y que de media deben invertir la mitad de sus ingresos para alquilar o comprar una vivienda. En Baleares, Madrid o Cataluña los precios son más altos y lo tienen aún más complicado sin ayuda de sus padres.

Los no tan jóvenes dedican el 25% de sus ingresos a la vivienda, lo que en muchos casos les impide comprar lo que quieren. En conjunto tenemos que dedicar 7,5 años de nuestro sueldo íntegro a comprar una vivienda.

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La edad cuenta para pedir una hipoteca

Las edades de la hipoteca

Las edades del homo hipotecus

A la hora de pedir una hipoteca no todo es tener ahorros, un trabajo estable y un contrato indefinido. La edad también cuenta y no es lo mismo pedir una hipoteca con 25 años, con 35 o con 45.

Los bancos tienen en cuenta la edad para alargar el plazo de devolución del dinero más o menos en función de los años que tengas cuando lo pides y cuando termines de pagar.

Si pides una hipoteca con 35 años no te dejarán más de 30 años para pagar. En cambio, si lo haces con 25 años te dejarán hasta 40, si la oferta del banco contempla prolongar tanto el plazo.

Además de conseguir un plazo de amortización muy largo (de hasta 40 años), la ventaja de pedir una hipoteca con menos de 35 años es que te puedes acoger a la Hipoteca Joven, aunque apenas quedan dos o tres repartidas por toda la geografía española. Ay, qué pena… Antes no había casi entidad, ciudad o comunidad autónoma que no tuviera una.

Las condiciones eran más ventajosas que para otros préstamos, ya que se tenía en cuenta que a tan corta edad no ha dado tiempo a consolidarse en el trabajo, tener altos ingresos, ahorros para la entrada y los gastos de compraventa, y por tanto se llegaba a prestar hasta el 100%, con menos intereses y sin comisiones. En los tiempos que corren los jóvenes son los que tienen más difícil acceder al mercado hipotecario, por eso muchos están optando por el alquiler o por seguir con sus padres.

La edad ideal para pedir una hipoteca es entre los 35 y los 45 años. Teóricamente ya has alcanzado mejor posición en el mercado laboral, tienes más antigüedad en la empresa o el sector, mucha gente está emparejada (asumir el gasto entre dos es más llevadero) y ha dado tiempo a tener ahorros, aunque en estos tiempos cada vez es más difícil cumplir este perfil.

Es la edad preferida por los bancos, porque no eres ni muy joven para no tener trabajo o posición socioeconómica, ni muy mayor para terminar de pagar el préstamo. El banco te verá con buenos ojos si no has cambiado mucho de trabajo y tienes dinero ahorrado. El plazo para devolver el dinero puede ser corto o largo, según tu perfil.

Con más de 45 años el plazo no puede llegar ni a 30 ni a 40 años porque la mayoría de los bancos no aceptan que tengas más de 70 cuando termines de pagar. Esto sube el importe de las cuotas, que sólo te puedes permitir si no representan más del 30% de tus ingresos. Lo bueno es que a esta edad se supone que te ha dado más tiempo a ahorrar y a tener mejor posición económica y laboral, aunque aquí en estos tiempos ya no hay nada asegurado.