Con el grifo de hipotecas más chapado que un reloj de oro, comprarse hoy en día un piso está difícil para cualquiera, así que siendo mileurista ya ni te cuento.
Aunque la bajada del precio de la vivienda ha sido grande en algunos lugares, en otros ha sido pequeña y los sueldos no sólo no han subido sino que también han bajado.
¿Y cuál es la regla de oro para comprarse un piso? Calcular lo que puedes gastarte en función de tu sueldo.
Si eres mileurista y no tienes pareja o quieres comprar el piso a lo Juan Palomo, no pongas el ojo en una casa que cueste más de 90.000 €, ten ahorrados unos 20.000 € y calcula una cuota mensual máxima de 300 € si no quieres ir con el agua al cuello.
Si por ese precio no encuentras ni la tercera madriguera a la derecha según llegas a la charca de Shrek, o te hipotecas en pareja o ningún banco te dará nada.
Si ganas mil euros, tu pareja otros mil y, teniendo en cuenta que la hipoteca no debería suponer más del 30-35% de lo que ganáis, la cuota máxima que podréis pagar está entre los 650 € y los 700 € al mes.
Eso significa que la mensualidad que pagárais ahora mismo debería estar bastante por debajo de esa cantidad. Los diferenciales están altos y, aunque el Euríbor sigue bajo (0,575% en enero), ya ha empezado a subir y con los meses se pondrá más alto, así que imagina cuando llegue al 2%, 3% o 4%.
Es decir, para calcular cuánto vas a pagar de hipoteca no se puede ser tan estrecho de miras como Audrey Hepburn era de caderas. Lo que empiezas pagando va a variar. La hipoteca la firmas durante muchos años, a veces más de los que duras con tu pareja, y es como un ascensor: depende de qué teclita aprieten, puede subirte o bajarte.
Sabiendo que los bancos no dan más del 80% del valor del piso, salvo para uno de sus pisos, para los que sí están dando el 100% -incluso hasta el 115% en algunos casos-, si eres mileurista despídete de que te presten, con las condiciones que tienen ahora las hipotecas, más de 140.000 €.
Y eso si te comprometes a devolver el dinero en 30 años y tienes ahorrados 30.000 €. En total el piso debería no debería valer más de 170.000 €, así que no queda más remedio que mirar viviendas de ese importe o menor.
No olvides el gasto de en torno al 10% en notario, registro de la propiedad, gestoría y mamonadas varias, aparte de amueblar, pintar y el “y ya que estamos…” que surge en todas las reformas.
Si devolvieras el dinero en 25 años, te prestarían hasta 125.000 €, costando el piso 156.000 €. Si bajas el plazo inicial a 20 años, el piso no debería valer más de 137.000 € porque lo normal es que el banco no te dé más de 125.000 €. Cuanto más tiempo tardes en devolverlo, más caro puede ser el piso, pero también pagarás más intereses y estarás atado durante más años.
Te diría que tú decides, si no fuera porque cada vez tenemos menos margen de maniobra. La sartén por el mango la tiene el banco y nosotros ya no tenemos ni sartén ni nada. Sólo unos padres que, con suerte, nos dejarán vivir con ellos o nos darán algunos milloncetes de las difuntas pesetas para cambiar su hotel por un exclusivo zulo donde diga el banco.