Como dije el otro día, esto estaba más cantado que La Traviata. Por fin, ou yeah, el Banco Central Europeo (BCE) ha bajado los tipos de interés del 0,75% al 0,50%. No hace falta llamar a los payasos de la tele para decir bieeeeeeeeen. Te sale solo.
¿Pero por qué bieeeeeeeen? Porque, como ya expliqué hace poco, las deciciones del BCE nos afectan y mucho en las hipotecas. Que el precio del dinero nunca haya estado tan bajo como ahora va a garantizar que el Euríbor siga tan bajo como nunca, o sea en el mismo entorno que está ahora del 0,50% e incluso puede que baje algo más.
Lo normal es que el Euríbor esté un poquillo por encima de los tipos de interés, de hecho por eso llevaba meses más bajo, porque la banca daba por sentada esta caída. Esto os da licencia para babear y soñar con cuotas de la hipoteca más bajas que la tasa de natalidad en el Vaticano.
Y es que la principal consecuencia para todas las hipotecas que dependan de cómo le sople el aire al Euríbor y que no tengan cláusula suelo, que limita el mínimo que pagas de interés, se van a beneficiar de intereses ridículos durante bastantes meses más, como mínimo hasta finales de este año.
Lo que no sé es por qué han tardado tanto en bajar los tipos de interés, cuando en Europa no levantan cabeza ni los alemanes, excepto en el fútbol, para que se sientan bien. ¿Habrá perdido tiempo haciéndose la carta astral, consultando el horóscopo del precio del dinero o mirando en una bola de cristal empañada por la crisis?
Quién sabe… Pero lo podía haber hecho antes porque necesitamos pagar pocos intereses al banco y porque en Estados Unidos los tipos de interés llevan desde 2008 en el 0,25%, o sea en cuanto le vieron aparecer las orejas al lobo, ¡¡gente lista!! Y en Reino Unido, que va por libre, están en el 0,50% desde 2009. También gente lista, aunque decirlo me cueste más que masticar un raíl de las vías del tren.
El otro aspecto chachi para las hipotecas es que el BCE ha vuelto a abrir su barra libre de dinero para los bancos, que pueden pedirle prestado lo quieran sin ningún tipo de interés. Se supone que esto nos beneficia porque, si ellos tienen dinero, a nosotros nos lo deberían prestar sí o sí y con un interés bajo.
Pero, como los bancos en España hacen lo que les da la gana, nos siguen dejando poco dinero y muy caro, así que esta consecuencia positiva no la veo tan clara como que los que metan el dinero en un depósito sí van a tener unos intereses más ridículos que una perdiz con ligas.