Desahucio es la palabra de moda en todos los programas de televisión y eso que la mitad de la gente no sabe ni dónde se pone la hache.
Por eso se han reunido de emergencia los politiquillos que se reparten el pastel, PP-Cola y PSOE-Cola, dejando a un lado a los demás partidos.
No se cambia la Ley Hipotecaria ni las otras cuatro que haría falta para mejorar el mundillo de las hipotecas como es debido.
Qué va… La gran idea del Gobierno es un Real Decreto Ley aprobado por el sindicato de las prisas que parchea el sistema para que no haya más desalojos durante los dos próximos años, siempre que se trate de la vivienda habitual y los ingresos familiares no superen los 19.000 euros al año.
Quieren que los avalistas, esos pobres padres que perdían el piso por respaldar a sus hijos, no tengan tanta responsabilidad como fiadores y que sean los titulares de la hipoteca los que primero y principalmente respondan por su deuda.
Las tasadoras de pisos deberán emitir informes mucho más realistas e independientes del banco, no como los de la burbuja inmobiliaria, que dependían de la cuantía de la hipoteca. Además, si toda la familia está en el paro y el piso no vale más de 200.000 euros se puede esquivar el desahucio.
Como si nos hicieran un favor, también han dispuesto que los pisos que más les cuesta vender a los bancos y ya han sido arrebatados a gente que no pagaba los puedan alquilar a precios bajos las familias que ya han perdido su casa. Es lo que han llamado un fondo social de viviendas.
Lo cachondo es que la situación no es ahora peor que antes, aunque haya más desahucios. Desde hace dos o tres años era previsible que la cosa iría de mal porque los pisos de los que ahora se adueñan los bancos son los de las hipotecas que se ejecutaron de 2009 a esta parte.
Ha ganado la presión social. Protestar funciona, pero la paralización de los desahucios llega tarde, la norma aprobada no cubre muchísimos casos y casualmente ha aparecido porque, el día que la echaban de casa, se ha quitado la vida una ex concejal del Partido Socialista. Uhhh, qué sospechoso…
Hasta que no les ha tocado a los políticos la fibra sensible no han visto las 400.000 familias que han perdido su casa por no pagar la hipoteca al banco. En cambio su respuesta es pobre, apenas un parche que alivia el dolor momentáneo pero no previene futuros desalojos.
Está visto que la presión social consigue cosas en función de la fuerza con que se piden. El cutre código de buenas prácticas fue flojo, esta solución es mejor pero tampoco la panacea, así que toca seguir dando la murga para lograr que no se vuelvan a dar hipotecas de manera irresponsable y evitar otra oleada masiva de desahucios.