Amigos y amigas, ya sé por qué no nos dan tantas hipotecas como dicen… Porque el Banco de España considera que el 80% de los créditos para vivienda que nos dan son peligrosos para los bancos y las cajas porque es dudoso que vayamos a devolvérselos, ya que el valor de tasación no concuerda con el valor del piso. ¡Qué fuerte!
Durante esta última década las entidades financieras se han pasado unos años tirándose a la piscina del todo vale para la compra de vivienda, con consecuencias que estamos pagando todos ahora, los bancos, nosotros y la mala salida de la crisis.
Estuvo mal que pidiéramos hasta para comprar un traje de camuflaje al perro, pero estuvo peor que los bancos y las cajas dieran todo lo que pedíamos. Si hubieran llevado al extremo la máxima contra el vicio de pedir, la virtud de no dar, no estaríamos al revés: contra la necesidad de pedir, el disfrute de no dar.
Resulta que ahora los bancos también son victimitas del sistema capitalista que ellos mismos ayudaron a inventar, pobrecillos, qué pena… ¡Se me rompe el corazón!
Y resulta que también tienen un jefe, el Banco de España, que no aprueba lo que están haciendo y les está tirando de las orejas continuamente; y un lugar donde resguardar los ahorros: el BCE (Banco Central Europeo), donde las entidades europeas acaban de depositar casi 351.000 millones de euros, una cifra astronómica sin precedentes.
Nunca creía que diría esto: los bancos están contra la espada y la pared. Son grandes culpables de esta crisis y ahora esperan que les ayudemos con los bolsillos abiertos.
No me daría pena que se arruinaran, si no fuera porque nuestro sistema económico depende de su buena salud y no nos podemos permitir que estén tan renqueantes y escasos de dinero como ahora porque de su funcionamiento dependen nuestros créditos para empresas y particulares, donde están incluidas las hipotecas, últimamente más difíciles de encontrar que el hombrecillo vestido del Atleti en los libros de ¿Dónde está Wally?
Aunque el BCE ha prometido mantener los tipos de interés en el 1%, el Euríbor no para de subir porque los bancos han dejado de prestarse dinero entre sí y se tienen más desconfianza que entre bandas de mafiosos.
Los bancos tienen al BCE, que parece una mezcla entre la Madre Teresa y la banca del Monopoly fiando sus operaciones, inyectándoles dinero y flexibilizando la devolución de los préstamos. Lo que me inquieta es qué pasa en ese camino intermedio entre el BCE y nosotros: ¿qué hacen los bancos con el dinero?
Lo peor es que como no nos lo prestan y lo necesitamos más que nunca, esa agencia que tanto nos escandaliza siempre con sus opiniones premonitorias, Clifford Auckland, prevé un incremento de las hipotecas urgentes, más caras y más arriesgadas, durante el verano.
Comprad una estampita de la Virgen de Lourdes porque este verano con el ventilador no será suficiente para aguantar la caló que se nos viene encima.