El PSOE que comanda Alfredo dedo Pérez Rubalcaba dice que tiene ideas para mejorar la melé hipotecaria de este país.
De aperitivo propone limitar a 30 años el tiempo para devolver el dinero al banco, y al 80% del valor de tasación del piso la cantidad que éste nos presta, siendo el diferencial máximo de un 5%.
Habría que reformar 5 normas para lograr que a las personas que no pagan la hipoteca se les dé el mismo trato que a las empresas que se declaran insolventes y puedan permanecer en la vivienda evitando que les pongan de patitas en la calle.
La propuesta socialista incluye evitar que los pisos embargados se subasten por cuatro perras, algo que ya dijeron los notarios que iban a solucionar.
Y por pedir que no quede: también quieren que la dación en pago (cancelar la hipoteca dando el piso al banco) sea el último recurso, que las tasadoras no inflen los precios -como ocurrió durante la burbuja inmobiliaria-, que los bancos informen mejor a los clientes de lo que contratan, así como mejorar dichos contratos.
Es todo precioso, pero suena al típico deseo vacío de que reine la paz en el mundo y que los niños de África no pasen hambre. Todos lo queremos pero escasamente se hace algo para lograrlo. El PSOE jura que no se trata de que la gente pueda dejar de pagar y quedarse tan pancha, sino de evitar que al hacerlo se pierda el piso y se queden al borde de la exclusión social.
Para eso, proponen eliminar el desequilibio y la debilidad de los hipotecados frente a los bancos, para que la gente no pague los platos rotos de las hipotecas imprudentes que se dieron, situación que hasta ha reconocido el Banco de España. Dice que en 2009 ya advirtió a Caja Madrid, alma máter de la actual Bankia, de que estaba dando hipotecas arriesgadas con mala pinta de cobrarse.
¿Y esto cómo se consigue? Según el PSOE, quien no puede pagar la hipoteca llega a un acuerdo con el banco ante notario mediante el cual se busca la fórmula para seguir en el piso y continuar pagando en otro momento o de otra manera. Ah, y sin concurso de acreedores como ocurre en las empresas.
Esto se parece bastante al Código de Buenas Prácticas que el Gobierno propuso a los bancos para que cumplan voluntariamente, pero sin el notario. Y bueno… Si no se obliga a los bancos por Ley a llegar a un acuerdo, algunos lo harán y otros no, depende totalmente de su voluntad, con lo que al final quien no paga la hipoteca sigue igual de desprotegido que ahora.
Para evitarlo, al PSOE se le ocurre que los bancos que han recibido dinero público (nuestro dinero) para ser rescatados de la quiebra, sean los que al menos cumplan obligatoriamente este buenrollismo hipotecario.
Me surge la duda de por qué no propusieron y llevaron a cabo todo esto cuando estaban gobernando, hace menos de un año. ¿Acaso las primeras lluvias del otoño les han aclarado las ideas? ¿O es una mera maniobra para captar simpatías que se transformen en votos, sabiendo que no está a su alcance cambiar nada por la mayoría absoluta del PP en el Congreso? Opinen, señores.