Tener una hipoteca con Euríbor sin nada que limite el interés mínimo, como la cláusula suelo, es más rentable que nunca.
Al Euríbor bajo que lleva abaratando las hipotecas durante meses se suma un nuevo plan del Banco Central Europeo (BCE) que repercutirá directamente sobre nuestras cuotas. Como la economía no se recupera ni patrás y el dinero no acaba de fluir como el BCE quiere, se le ha ocurrido poner en marcha una medida económica conocida como QE.
El QE son las siglas de Quantitative Easing, en español: flexibilización cuantitativa. Para que se entienda, esto es que el BCE va a comprar deuda a los países, haciendo que fluya el dinero en el mercado. Es una medida que ya han tomado Estados Unidos, Japón y Reino Unido y que se hace de forma excepcional cuando los países están en crisis, la inflación (crecimiento de los precios) es negativa y las medidas anteriores para que circule el dinero no han dado resultado.
Como era un secreto a voces, el Euríbor ya había empezado a bajar antes de que anunciara el plan, y la media provisional de enero apunta a que cerrará ligeramente por encima del 0,3%, más bajo que en diciembre y seguro que más alto que en febrero y marzo, cuando creo que bajará de esa barrera psicológica del 0,3%, de donde sinceramente no creí que bajara. Pero nuevas reglas, nuevas cifras.
Con la compra mensual de 60.000 millones € de deuda de los países, se prevé que haya mucho dinero disponible en el mercado, lo que se dice mucha liquidez, tirando el Euríbor hacia abajo. Como los tipos de interés están en el simbólico y ridículo 0,05%, el BCE recurre a esta otra maniobra.
En resumen, los hipotecados con Euríbor sin suelo están nuevamente de enhorabuena. Las cuotas no sólo se mantendrán por los suelos sino que seguirán bajando, al menos hasta septiembre de 2016, cuando termine este plan. La buena noticia es que también habrá margen para que los bancos sigan bajando los diferenciales de las nuevas hipotecas, que se espera que este año lleguen al 1%, desde el 1,5% en el que están ahora los más bajos.
La mala noticia es que estos tipos tan bajos los bancos los compensan con intereses fijos bastante más altos durante los primeros años de la hipoteca, lo que en la práctica se carga el beneficio de este Euríbor tan barato.
Otros que no saldrán ganando serán los ahorradores con dinero en depósitos, porque con intereses bajos serán poco rentables, y las hipotecas multidivisa pueden ver cómo su cuota mensual aumenta.