No sé qué pensar de la última estadística del todopoderoso INE, de la cifra más esperada que el regreso de Mecano: el número de hipotecas concedidas en febrero. ¿De verdad han aumentado un 8,5%? Mmm… Teniendo en cuenta que ha sido en comparación con febrero del año pasado, cuando la concesión estaba más muerta que Chanquete, es verdad, han aumentado.
Sin embargo yo, como buena espía, prefiero ser prudente, coger la cifra con pinzas y mirar hacia delante más que hacia atrás en espera de ver si esta subida se repite mes tras mes o sólo es nuevamente la consecuencia de la subida del IVA, que nos da más miedo que un nublao.
Bea Casitas, mi ministra favorita, mi gobernanta predilecta, ya ha dado su opinión… ¡Pero qué haríamos sin ella! Su perogrullada fácil y simplona es que se confirma el cambio de tendencia y se reactiva el mercado inmobiliario porque la banca ha empezado a dar créditos “más ágilmente”. ¿Ein?
Bueno, es como si una persona en coma mueve un dedo. ¿Se ha despertado, es un simple (y estratégico) movimiento o un acto reflejo? Esta cifra es un mini-síntoma de recuperación pero no la recuperación en sí.
También deberían bajar la ejecución de hipotecas, el embargo y subasta de pisos, el número de ferias inmobiliarias, el número de promotoras, constructores y agencias que se van al garete, el número de parados del sector y el número de familias que las pasan canutas para pagar la hipoteca mientras llegan a fin de mes.
Por el contrario, debería seguir subiendo el número de hipotecas concedidas, el número de trabajadores en activo, la certidumbre laboral y el número de personas que compran pisos porque pueden pagarlos y al final los pagan.
En ocasiones veo hipotecas pero en realidad lo que hay por aquí es mucho fantasma… El fantasma del ladrillo que amenaza con resucitar, el fantasma de la hipoteca que no pagamos, el fantasma del banco que fanfarronea de las hipotecas que da y no nos llegan, o el fantasma de la entidad que nos persigue con las cartas de embargo. Muy espiritual todo pero, de momento, poco real y poco tangible.
Un dato curioso es que nos han prestan más pasta que antes pero el importe medio de la hipoteca (118.185 €) es más bajo. O sea: además de haber bajado un poquitico el precio de los pisos, cada vez nos dan menos dinero a menos personas. Guauuu… Losss elegidosss…
La estadística también dice que al 95% nos siguen molando el interés variable y el Euríbor como referencia, pero con un interés medio del 3,97%, una barbaridad de interés.
Según la menestra de Vivienda ha culminado el ajuste inmobiliario pero yo sigo pensando que nuestro cinturón tiene agujeros de más y el de los constructores y el precio de la vivienda algún agujero de menos, pero solo en el cinturón porque lo que es en lo demás, hay más agujeros que en los calcetines de Charlot.