Aunque todavía no se ha tomado ninguna decisión, ni se ha dicho nada de manera oficial, hay rumores de que el Gobierno está estudiando cargarse la desgravación fiscal tal y como la conocemos para los que aún la conservarán a partir de 2013.
En principio no se trataría de quitarla de manera radical, aunque esto nunca se sabe hasta que se toman las decisiones oficiales, sino de acotarla por tramos de renta como ya hizo José Luis Rodríguez Zapatero cuando aún era presidente del Gobierno.
Zetapé la quitó para los que ganaran más de 24.000 euros al año y la dejó para los que ganaran menos dinero, en función de cuáles fueran sus ingresos anuales.
Algo parecido es lo que podría hacer el Gobierno de Mariano Rajoy, ése que tanto defendió a capa y escapa la desgravación para todos y que ahora se está comiendo sus palabras una a una, con un poco de la salsita que le sirven desde la Unión Europea.
Cuando anunció que quienes compren piso a partir del año que viene no se podrán desgravar la hipoteca en la Declaración de la Renta, entendimos que los demás conservarían la desgravación, pero luego se vio que era pronto para cantar victoria.
Marianico nos la ha jugado no anunciando que los que hubieran comprado piso antes del 20 de enero de 2006 dejarían de tener una compensación (aproximadamente una media de 225 € al año), quedándose sólo con la desgravación que tienen los demás, la del 15% de hasta 9.040 €, lo que vienen siendo un máximo de 1.356 €, que en una hipoteca de 25 años son nada más y nada menos que 33.900 pavos.
En cambio esto sí aparecía en el Boletín Oficial del Estado (BOE) donde se publicaron las medidas que sí anunció y las que no. Por eso, porque cuando el río suena, agua lleva, porque el Gobierno está desesperado por recaudar y ahorrar y sólo le falta romper las huchas infantiles…
Porque no todo lo que dicen lo hacen, porque no todo lo que hacen lo dicen y porque no lo han desmentido, no deberíamos descartar que todas o alguna de las 5,8 millones de hipotecas que aún se desgravan, dejen de poder hacerlo dentro de poco.
¿Pero esto se puede quitar así como así? En principio ni sería anticonstitucional ni sería ilegal, solo sería una faena para los que ya la tienen. El Gobierno puede hacerlo y quedarse tan pancho porque, aunque creamos que tenemos un derecho adquirido, no podríamos hacerlo valer en ningún sitio.
¿Cuánto dinero perderíamos? La media es de 800 € al año, que se convierten en 1.600 € en caso de compartir la hipoteca con otra persona.
¿Y si se aprueba con carácter retroactivo, es decir, tendríamos que devolver lo que ya hemos cobrado? No parece posible ni probable que ninguna de estas dos cosas suceda. El que se fue a Sevilla perdió su silla, que nos quiten lo bailao y a lo hecho, pecho. ¡Que se vayan a seguir tocando lo que no suena a otra parte!