La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) le ha tirado de las orejas al Gobierno español por seguir concediéndonos ayudas para comprarnos casa y porque dice que tardamos demasiado en resolver los conflictos entre inquilinos y propietarios de viviendas.
También nos ha echado la peta por otras cosas como no rebajar la indemnización por despido con contrato fijo, por no aumentar el periodo de cotización para las pensiones, vincular los salarios a la inflación y no ponernos las pilas con la reforma educativa.
Después de que no ha dejado títere con cabeza ni apartado socioeconómico en el que meter las narices, este selecto club de países ricos con nombre de partido político (aunque nunca lo haya sido) no quiere que sigamos jugando en su patio con nuestras reglas sino con las suyas.
La OCDE nos echa en cara que somos el país desarrollado que peor lleva y más sufrirá la crisis, con el único consuelo de que Irlanda va detrás, y que como sigamos así nuestro Producto Interior Bruto (PIB) irá para atrás como los cangrejos, deteriorándose un 10,6%.
Que la cosa nos va fatal lo saben hasta los linces de Doñana pero, digo yo, ¿es que la OCDE no tiene nadie más con quien meterse y no ha visto a Grecia? Creo que a pesar de que las rodillas se nos doblan, tenemos fisurado medio cuerpo y los dos ojos morados, los colegas de Pitágoras se llevan la palma en cuanto a farolillo rojo de esta liga tan selecta, o shea.
Como aquí lo que nos pone es llevar la contraria, si nos aconsejan suprimir las ayudas para la adquisición de vivienda, ahí va Super Salgado para decir que hay que dar más pasta para la rehabilitación. Pero no nos confundamos, el Gobierno sólo quiere reflotar el ladrillo, no ayudarnos a nosotros.
Siempre he prestado atención a los informes de la OCDE pero esta vez me paso por el sobaquillo todo lo que dice a excepción de la reforma educativa, cuya ausencia explica por qué una sociedad como la nuestra tiene los gobernantes que se merece.
Invito a los que se esconden detrás de esas siglas a coger un avión y darse un rulo por Spain para ver que es different y por qué hace falta la ayuda a la compra de viviendas, aunque las ayudas no sean la solución indefinida para nada. Lo preocupante es que parece que el precio ha tocado fondo y que, según quien haga el estudio, el número de hipotecas aumenta pero no nuestra liquidez ni nuestros ahorros. Es más, la gente que conozco no hace más que decirme que tiene el cerdito más tieso que la mojama.
A nadie le gusta que le pongan los puntos sobre las íes, lleve o no razón quien te lo diga, pero en esto podemos estar tranquilos porque ZuperParo ve menos que un gato de escayola y para salir de la crisis se está moviendo menos que el portero de un futbolín.
Deberíamos decirle a la OCDE: Zapatero a tus zapatos, pero no podemos porque es precisamente lo que ellos nos están diciendo a nosotros.