¿Te has comprado un piso en 2011? Si es así, ¿sabías que para pagar ese piso tendréis que dedicar íntegramente los ingresos familiares de 6,2 años?
Según el Banco de España, los que se hayan comprado casa el año pasado deberán destinar de media el 36,1% de sus ingresos brutos anuales, lo que se queda en el 29,1% si se descuenta la desgravación de la hipoteca en la Declaración de la Renta que se presente entre abril y junio de este año.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), entre enero y noviembre del año pasado, se vendieron 336.596 viviendas a gente acojonada que pensaba que no se iba a poder desgravar la hipoteca porque Zetapé quitó la desgravación desde el 1 de enero de 2011 para los que ganaban más de 24.000 pavos al año.
Es la misma gente que ahora respira al mejor y no porque se hayan untado con bálsamo respiratorio el pecho y la espalda, sino porque el nuevo presidente, Marianico Rajoy, ha rescatado la desgravación para todos.
Antes de la crisis teníamos que usar el 20% de nuestros ingresos para comprar piso, una cifra bastante menor y mejor que ahora. Aunque los que han estudiado el tema dicen que no deben tenerse deudas por más del 33% de lo que se gana y que para pagar los pisos comprados en 2006 teníamos que trabajar 7,6 años, vamos a peor.
Comprarse un piso en 2011 fue un 1,8% más caro que en 2010, y eso que la vivienda ha bajado un 6,8%, costando de media 159.543,7 €. Los pisos han bajado de media un 20% con la crisis, pero esto no ha servido para que tengamos mejor y mayor acceso a la vivienda, a pesar de que es un bien básico y fundamental para todos.
El motivo es los sueldos para las nuevas contrataciones han bajado en torno al 30%, el paro está haciendo estragos en más de 5,3 millones de personas y los bancos han subido los intereses de forma escandalosa, indecente y despiadada, para que el Euríbor bajo que tenemos ahora no les haga dejar de ganar ni medio céntimo.
Tener que dedicar casi el 30% de los ingresos a pagar el piso es el segundo peor dato desde que esto se calcula y el mayor desembolso desde 2008, cuando el sector inmobiliario estaba en pleno auge, la burbuja reventó y las familias empleaban más del 40% de su renta.
En resumen, no es una mala cifra, que se ve mejorada por la recuperación de la desgravación de la hipoteca, pero tampoco es para tirar cohetes. Con el escenario actual deberíamos tenerlo más fácil, pero el mercado laboral y los bancos no están por la labor de faciltarnos las cosas.