Seguro que has pensado alguna vez o, al menos, has oído a otra persona pensar en alto que, si se rescata a los bancos con nuestro dinero, ¿para cuándo un rescate a los ciudadanos?
Que conste que la pregunta va en serio. Aunque lo parezca y hoy sea el día de los inocentes, no es una inocentada.
A pesar de que unos sufrimos los recortes más que otros, los que pasan apuros económicos deben recurrir a la familia -si aún les habla-, a préstamos personales -si es que se los dan-, a anticipos de la nómina -si es que trabajan-, a currar en negro -si es que pueden- o pedir a Cáritas -si es que tienen una cerca-.
Aun así, muchos no sólo bajan drásticamente su nivel de vida sino que pasan a estar prácticamente en la indigencia o a vivir de la caridad del prójimo.
En cambio, la banca lo ha tenido mucho más fácil. A través del famoso FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria), el Gobierno ha intervenido con miles de millones de euros de nuestros impuestos a las entidades que iban a petar.
También ha pedido a la Unión Europea, léase Alemania, un primer rescate de 39.500 millones para salvar de la quiebra a Bankia (17.959 millones), CatalunyaCaixa (9.084), Novagalicia (5.425) y Banco de Valencia (4.500). Otros 2.500 kilos irán al banco malo, llamado Sareb.
Algunos es que han cambiado tantas veces de nombre o se han fusionado con unas y otras tan a menudo que ya has perdido la cuenta de qué bancos y cajas están ahí dentro, por no hablar de que ya no tienes ni pajolera idea de dónde está tu dinero, si es que está en alguna parte.
Bueno, sí, tienes claro que el que metiste se lo gastaron y el que pagas ahora en impuestos está en los bancos, igual que lo estará en un futuro, porque el famoso rescate financiero, que habrá que devolver a los alemanes, saldrá -para variar- del bolsillo de todos los contribuyentes. ¡Nosotros pispos!
¿Y qué recibimos nosotros a cambio? Los bancos son rescatados con la excusa de que así van a salvar nuestros ahorros. ¿Entonces por qué miles de personas van a perder pasta con las preferentes y las subordinadas? ¿Es que si no hubiera rescate no verían un céntimo? Esto es más vergonzoso que los estriptis de Boris Izaguirre.
A cambio nos llegan migajas de hipotecas que renegocian a regañadientes, pisos que embargan, el grifo de las hipotecas más cerrado que una almeja podrida y el panorama general más feo que la Infanta Elena. Da igual si eres pensionista, parado, cabeza de familia o socio del Atleti.
Los bancos tienen una deuda moral y económica con nosotros, no nosotros con ellos, pero siempre actuarán como si les debiéramos la vida cuando es al contrario.