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¿Sabes cuánto pagas de hipoteca?

Hay que ponerse la cuota como un traje a medida para que no nos ahogue si el precio engorda

¿Miras el recibo de la hipoteca cada mes? ¿Sabes cuánto pagas exactamente? Tampoco hace falta saberse la cifra exacta con los céntimos, aunque no está de más para comprobar que el banco te cobra exactamente lo que debe.

Aunque el cobro es algo automatizado y el cálculo de la cuota cuando toca revisión según el Euríbor también se calcula con un programa de forma automática, hay que saber cuánto pagamos y comprobar que cada mes, sobre todo si hay revisión, la cuota es la que nos corresponde pagar. Aún recuerdo, cuando saltó es escándalo de la cláusula suelo en 2013, que 7 de cada 10 afectados no sabían que la tenían.

¿Y sabes, además, cuánto de tu sueldo utilizas para pagar la hipoteca… O cuánto de los vuestros si sois varios titulares? Lo recomendable es que no destines más de un tercio, alrededor el 30% y no más del 35%, para que quede dinero libre para ahorrar y pagar el resto de gastos. ¡Que los sueldos no suben y la vida está muy cara! Cada vez más…

Pero esto tan bonito y tan teórico no se cumple siempre. Para empezar porque, salvo que siempre ganes lo mismo y tengas hipoteca fija, tus ingresos pueden subir o bajar y la cuota lo mismo, según el Euríbor o el IRPH que tengas asociado a las revisiones.

También depende de dónde vivas. Así como extremeños y murcianos son lo que menos pagan de hipoteca, porque sus cuotas medias están en torno a los 330 y 370 euros, respectivamente, quienes viven en Baleares, Madrid y Cataluña pagan los recibos más altos.

Pero como todo va en función de los sueldos, los que resultan pagar menos son los extremeños, murcianos y también asturianos, que con una cuota media de aproximadamente 420 euros, dedican poco más del 21% de sus ingresos a pagar la hipoteca.

Por el contrario, los baleares, que pagan una media de 730 euros frente a los 770 de los madrileños, al final dedican un 41% de su sueldo a la hipoteca, mientras que los madrileños no llegan ni al 35% de su salario.

Con estos datos del Anuario Inmobiliario del Colegio de Registradores de 2017, vemos que el año pasado se pagaron las hipotecas más caras y se destinó más dinero que el año anterior. ¿Pero cómo puede ser si la cláusula suelo apenas se aplica y el Euríbor estuvo más bajo que en 2016? Porque el tipo fijo ha pasado de estar en el 30% de las nuevas hipotecas a aparecer en el 40%. Y porque los sueldos bajaron en conjunto un 0,19%.

Las hipotecas son caras o baratas según lo que ganemos y según dónde vivamos. Las casas y los sueldos varían de unas comunidades a otras, pero lo importante es no ahogarse con cuotas que supongan más del 35% en el momento más caro de toda la vida de la hipoteca. O si no lo podemos acabar pagando con el embargo de la casa.

En las hipotecas VIP no es oro todo lo que luce Premium

A los bancos les encanta que tengas dinero

Cuanto más tienes mejor te ven

Parte de lo que voy a contar, quizá todo, te va a indignar o te va a encantar. Depende de cuánto ganes y cómo lo mires… Porque de tus ingresos o de los del conjunto de la familia dependen y mucho las condiciones que te van a dar en la hipoteca. No es lo mismo 600 € o 900 € al mes que meter en casa 2.000 € o 3.000 €.

En función de tus ingresos, tu estabilidad y antigüedad en el trabajo y tus ahorros, el banco te mirará con unos ojos u otros. La lupa te la va a poner encima de todas formas, pero de lo que vea no sólo dependerá que te dé o no la hipoteca sino en qué condiciones lo haga. Aunque no olvides que, salvo préstamos online, puedes y debes negociar.

De ahí que haya algunas hipotecas llamadas VIP o Premium destinadas a los clientes por los que todos los bancos se pelean. Esos que no tienen otras deudas o que, si las tienen, se las pueden ventilar de sobra. Esos que ganan un pastizal al mes y que hace siglos que trabajan donde están, por no hablar de si eres funcionario, entonces por lo general te ponen la alfombra roja.

Sobre todo esos que tienen ahorros y no necesitan más del 80%, aunque tampoco quieren que pidas poco porque cuanto más pides, más rentable eres porque más dinero les das a ganar durante más tiempo, y cuanto menos pides al contrario. Por eso también les hacen tilín los perfiles VIP, porque piden hipotecas altas para casas más caras.

Este tipo de préstamos exige rentas altas y lo mejor que tienen es el diferencial, como por ejemplo la Hipoteca Selecta de Liberbank, a Euríbor + 0,85%, para ingresos de 3.000 € en adelante. Pero aparte de tener un buen diferencial te atan mucho, para ser tan VIP esta hipoteca tiene algunas comisiones y una vinculación muy alta, porque lejos de querer ofrecerte mejores condiciones, con el señuelo del diferencial te quieren pescar y que te ates con más productos que en otras hipotecas con diferenciales sólo un poco más altos, del 0,99% por ejemplo.

Otro caso es la Hipoteca Privilegium VIP del Banco Mediolanum. Por sólo Euríbor + 0,85% exigen un patrimonio mínimo de 350.000 €, de los que al menos 100.000 € deben estar invertidos en la entidad. El caso más claro de hipoteca VIP timo es la del Sabadell, pero es que todas las del Sabadell son malas hipotecas, aquí no se escapa ni la supuestamente mejor. Un fijo del 1,5% el primer año y Euríbor + 1% el resto del tiempo. ¿Eso es VIP? Es Hay mejores hipotecas y no se venden como exclusivas.

Entonces… ¿Interesa ser VIP? Hombre, sí, los ingresos cuanto más altos mejor, pero no necesariamente hay que serlo para conseguir una buena hipoteca ni todas las hipotecas anunciadas como VIP, Premium o similar son mejores que otras que no lo son, que piden menos ingresos y que a veces no te atan con vinculación ni comisiones.

Por ejemplo, la Hipoteca Open de Openbank cobra desde el principio Euríbor + 0,99%, no tiene vinculación ni comisiones y sólo te pide que ganes 900 € si vas solo/a o 1.800 € entre dos personas. En el fondo sale más barato que tener una VIP y aportar 600 € al año a un fondo de pensiones y anclarse al banco con seguros y depósitos.

Las hipotecas VIP de cualquier banco tienen mejor diferencial que el resto de hipotecas de esa entidad, pero no son las mejores de todas las que hay en el mercado. Las mejores no tienen por qué ser para gente con mucho dinero porque tampoco todo es el diferencial, lo ideal es sin vinculación ni comisiones. De todos modos, las hipotecas VIP están de capa caída. Aunque quedan algunas como las mencionadas, no es algo que los bancos promocionen mucho. Es un producto que tienen para captar a clientes con mucha pasta y atarlos más que si les pusieran bridas en las muñecas.

Tuvo su gran momento cuando se daban menos hipotecas y se querían asegurar de que los clientes que pescaban eran muy solventes, pero ahora el foco está en los préstamos a tipo fijo, con los que se retiene a familias con recursos medios, que son muchas más que las otras, y que son las que entre todas consiguen dar a un banco una cartera de clientes que le saque a flote las cuentas del año.

¿Para quién son las hipotecas fijas?

Aunque la mona se vista de seda, mona se queda

Aunque la mona se vista de seda…  Mona se queda

Las hipotecas fijas vuelven a estar de actualidad. Después de que los bancos se liaran a encarecerlas en los primeros meses de este año, por fin han parado de hacerlo.

¿Por qué? ¡¡Ajá!! Sus movimientos nunca son por nada, hay que aprender a leerlos para saber por dónde irán los tiros. No las suben o, en casos como el de Bankinter, las bajan porque la nueva previsión es que el Euríbor siga en negativo durante al menos un año más, manteniéndose en niveles muy bajos al menos hasta 2020-2021.

Si el Euríbor está muy bajo y pierden dinero con las hipotecas ya firmadas a tipo variable, no encarecen tanto las fijas. No quieren espantar a los nuevos clientes, a los que les interesa cazar durante mucho años con préstamos laaaaargos, que les procuren más beneficios que los préstamos a interés variable.

Si estos nuevos clientes ven que el tipo fijo es mucho más caro que el variable se van a este último, con mucho tino por cierto, ya que el variable se calcula que sale unos 2.000 € más barato que el fijo si ambos se firman a 30 años.

Dicho por empleados de banca, el interés fijo sólo te conviene cuando la hipoteca dura por lo menos 20 años. Como queda tanto tiempo para eso, el resto es especular y jugársela.

Hoy por hoy, con el Euríbor próximo a cerrar en torno al -0,17% los préstamos variables son más baratos para los clientes, por eso los bancos se empeñan tanto en vendernos los fijos a toda costa. Como la cuota siempre es la misma, a ti te da tranquilidad, pero a ellos también: les asegura ingresos estables durante los años que dure tu hipoteca. En cambio con el Euríbor, tú te la juegas y ellos también. Y como ven que seguirá bajo durante laaaaargo tiempo, prefieren el fijo.

¿Para quién están hechas las hipotecas a tipo fijo? ¿A quién le interesan entonces? A quien tenga ingresos medios o altos. Como la cuota siempre es la misma, el interés de partida no baja del 1,60%, en el caso de la Hipoteca Fija de Liberbank a 10 años, la más barata del mercado. Supongamos que pides 150.000 €. En ese caso la cuota mensual te saldría en 1.353€.

Cuanto menor es el plazo, menor el interés, pero mayor la cuota. ¿Y quién puede permitirse una hipoteca a 10 años? Quienes tengan unos ingresos mensuales de por lo menos 4.000 € al mes.

Para el resto de plazos, a 15, 20 y 30 años los intereses suben, pero las cuotas son menores porque el plazo es mayor. Siguiendo con el mismo préstamo de 150.000 €… En el caso más barato, una hipoteca a 15 años costaría 965 € al mes con un 2% de interés, osea que vuestros ingresos deben llegar a los 3.000 € mensuales.

A 20 años al 2% nos saldría por 760 €, para lo que tenéis que ganar mínimo 2.400 € al mes. A 30 años lo más barato es el 2,4%, osea una cuota de 585 €, para lo que tendréis que ingresar al menos 1.800 € mensuales. A esto último puede llegar más gente, sobre todo si juntan dos sueldos. Pero para eso te coges una hipoteca a interés variable, por ejemplo de Euríbor + 1%, y te sale mucho más barato.

La cuota sería de 525 € si al principio te cobraran, por ejemplo, un 1,6% de interés fijo, y luego de 482 €, cuando el Euríbor esté en cero y sólo pagues el diferencial. Para esto, con ganar 1.500 – 1.600 € al mes es suficiente. En nuestro simulador puedes echar fácilmente las cuentas con tu caso, teniendo en cuenta que la cuota máxima que pagaréis nunca debe sobrepasar un tercio de todos los ingresos que entren en casa.

Por eso, los mileuristas quedan descartados de las hipotecas a tipo fijo. Su sueldo es bajo como para permitirse una hipoteca a pocos años, pero tampoco tienen por qué pagar mucho más cuando el interés variable les va a salir mucho más barato.

¿A quién le da el banco la hipoteca?

Nuevo perfil

Nuevo perfil

Ya se sabe que desde el estallido de la crisis, que trajo consigo un Euríbor altísimo (5,39%) que dejó sin pagar muchas hipotecas, los bancos ya no se casan con cualquiera. Y hacen bien… Más vale prevenir que embargar.

Aunque mucha gente aún no puede acceder al crédito, bien porque ellos mismos se cortan y no piden, bien porque los bancos les deniegan la hipoteca, sí que se están dando préstamos desde que se abrió el grifo hace 3 años.

El perfil del nuevo titular de una hipoteca en 2016 es el de un hombre de 37 años con ingresos netos de 1.600 € al mes. Parece un perfil machista, pero es que este año, según un estudio de El Hipotecador, entre los solicitantes de hipoteca había el doble de hombres que de mujeres.

El plazo al que se firma la hipoteca es de 27 años, menos tiempo que antes, que casi todos los préstamos nuevos se firmaban a 30 e incluso 40 años. Es diferente del último dato oficial del Instituto Nacional de Estadística (INE), que dice que las hipotecas se contratan de media a 22 años.

No obstante, luego no estamos tanto tiempo pagando, ya que la media que tardamos en devolver el dinero es de 21 años, porque algunos intentan amortizar lo que pueden para acortar el tiempo de pago y ahorrar intereses. Además, con lo bajísimos que están los depósitos hoy en día, invertir en la hipoteca o en una vivienda es una de las mejores formas de ahorrar para el futuro y una de las que salen más rentables.

A pesar de que los diferenciales van por 1% o menos, el interés medio al que se firma una hipoteca es del 3,10%. Hay que tener en cuenta que más del 60% de los préstamos imponen un interés fijo el primer año, para compensar que el Euríbor está en negativo, y que un tercio de las nuevas hipotecas son a tipo fijo.

Según la encuesta, se tarda entre 6 y 8 semanas en tramitar el préstamo, y el 95% de la gente que firma por segunda vez cambia de entidad. Esto seguramente responda al descontento que se tiene con el banco inicial y a la negativa de éste a mejorar las condiciones cuando se le pregunta por una nueva hipoteca.

En general los bancos buscan personas con trabajos estables en los que se lleven muchos años, varios titulares, ingresos por encima de los 2.000 – 3.000 € en conjunto y no prestan más del 80% a devolver en 30 años.

Por eso quienes peor lo tienen son los jóvenes, que no han tenido tiempo de posicionarse dignamente en el mundo laboral ni de tener antigüedad ni ahorros, y que de media deben invertir la mitad de sus ingresos para alquilar o comprar una vivienda. En Baleares, Madrid o Cataluña los precios son más altos y lo tienen aún más complicado sin ayuda de sus padres.

Los no tan jóvenes dedican el 25% de sus ingresos a la vivienda, lo que en muchos casos les impide comprar lo que quieren. En conjunto tenemos que dedicar 7,5 años de nuestro sueldo íntegro a comprar una vivienda.

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Jóvenes, hipotecas y vivienda, una relación difícil

Entre la vivienda y los jóvenes ya no hay gasolina para encender la llama

Ya no se enciende la llama

Jóvenes e hipoteca no siempre han sido una pareja bien avenida, pero lo que se vive actualmente ya es demasiado.

El 80% de los menores de 30 años todavía viven con sus padres porque, dada la precariedad laboral que acampa especialmente entre los jóvenes, cada vez es más complicado abandonar el nido comprando una casa.

Para poder hacerse con una vivienda hoy en día tendrían que cobrar el doble que ahora y aún así deberían dedicar el 60% al piso, el doble de lo que se recomienda dedicar a pagar deudas. Todo para optar a una vivienda media de 50 m2.

Antes, por lo menos, los contratos de becario se limitaban a la etapa universitaria o de los últimos años de los estudios, y si después te contrataban con beca el salario era mayor y la duración menor.

Antes, por lo menos, había algo llamado Hipoteca Joven, que rebajaba el tipo de interés y relajaba las condiciones de la oferta hipotecaria del momento: había poco interés fijo al principio o ninguno, menor vinculación y cero comisiones. Ahora sólo quedan dos o tres de estos productos y ni en broma mantienen estos privilegios.

Es cierto que los bancos suelen dar el 100% para comprar un piso de su stock, pero no siempre encaja en la idea que una persona joven tiene para formar su hogar, o no está donde quiere, o no se puede gastar dinero en reformarlo.

Antes de los 35 años es díficil tener el dinero suficiente para dar una entrada del 20% del piso, necesario porque salvo para sus viviendas, los bancos no financian por encima del 80%. Antes de esa edad es complicado tener un trabajo sin sobresaltos, bien remunerado y con antigüedad laboral suficiente para que el banco te considere una personal laboralmente estable y económicamente solvente.

Los jóvenes son los formadores naturales de nuevos hogares y a su vez los grandes olvidados por las reformas laborales y las hipotecas. Mientras que la gente joven que opta por comprar no se lo pueda permitir, no se va a aligerar el stock inmobiliario de la banca, ni todos los que quieran se van a poder marchar de casa de sus padres. El país entonces no avanza.

La Hipoteca Mari Carmen de Abanca pide 600 € al mes con Euríbor + 1,25%, ING no establece ingresos mínimos y otras los sitúan en 2.000 – 2.500 € en adelante. Para mileuristas es complicado, para otros directamente imposible.

Cómo calcular qué piso, hipoteca y cuota te puedes permitir

Irás de frente y te mirarán el perfil

Irás de frente y te mirarán el perfil

Antes de comprar una casa debes asegurarte de que cumples el perfil que los bancos quieren hoy en día, más exigente que el que pedían durante el boom inmobiliario.

Por un lado se deja a mucha gente fuera de la compra, que sigue siendo la opción mayoritaria. Pero por otro está bien acotar el acceso de forma prudente para que nadie se endeude por encima de sus posibilidades.

¿Y cuáles son mis posibilidades? Es lo que te estarás preguntando. ¿El banco me dará la hipoteca? Pues depende de tus ingresos, el dinero que pidas y el gasto que la hipoteca te suponga al mes.

Lo primero que recomiendan es que no compréis un piso que cueste 4 veces la cantidad de dinero bruta que entra en casa en un año. O sea que si tú solo ganas 20.000 € o entre los dos llegáis a 50.000 €, la vivienda no debería costar más de 80.000 € ó 200.000 €, respectivamente. Según el Banco de España, actualmente destinamos entre 5,5 y 6 años de salario a pagar la hipoteca, cifra que llegó a nueve años con los pisos comprados durante la burbuja inmobiliaria.

También se aconseja que todas las deudas de la familia no superen un tercio de los ingresos mensuales. Si ganáis 2.500 € al mes, la hipoteca no debe superar los 830 € en caso de no tener otras deudas como el coche o préstamos personales, de estudios, etc. En ese caso, todo debe sumar un tercio de las ganancias mensuales.

Éste es el tope, así que la cuota inicial debería ser más baja, puesto que el Euríbor subirá algún día y el préstamo puede dispararse por encima de vuestras posibilidades, algo que ha ocurrido bastante durante la crisis, ahogando a muchas familias, algunas de las cuales han terminado en la calle.

Entre las cuentas que se deben echar antes de pedir una hipoteca, está la de cuánto puede subir el Euríbor (su máximo histórico es del 5,39%) y en cuánto se me puede poner la hipoteca. ¿Lo podré asumir? Es la pregunta del millón y la que evita futuros sustos y disgutos si tienes una hipoteca a interés variable.

Los bancos no suelen dejar más del 80% del valor de tasación o del precio del piso, el que resulte más bajo. Esto nos lleva a tener ahorrado, como mínimo, el 20% de lo que vale la casa, a lo que hay que sumar en torno al 10% del precio total, que es lo que cuestan los gastos de compraventa (notaría, registro, tasación, etcétera).

Por último, averigua cuál es la media de dinero que los bancos prestan en tu comunidad autónoma. La cosa va de los más de 170.000 € en Madrid a algo más de 60.000 € en Extremadura. A ti te pueden dejar más o menos según tu perfil, ahorros y precio del piso, pero te puede servir de orientación.

Además de estos cálculos, ganarás puntos si tenéis un trabajo estable, ingresos altos y antigüedad en la empresa. Según un informe de Tecnocasa y la Universidad Pompeu Fabra, sólo un 6% de las hipotecas se dan a gente con contrato temporal, frente al 38% que la obtenía así en 2005. El perfil medio actual es de un hombre español, de entre 25 y 44 años, con contrato indefinido.

La banca ignora a los que quieren hipotecarse solos

¿Solo o con mala leche?

¿Solo o con mala leche?

Ser single ya no es tan fácil como antes. Hasta no hace mucho, era una persona soltera (que no solterona, oiga), tirando a joven, con ingresos interesantes, independizada y buen tren de vida.

De esos quedan cada vez menos y no porque se emparejen como locos. Más bien es que el tren de vida se ha perdido, los ingresos se han esfumado y lo de irse de casa de los padres es más difícil que enseñarle educación para la ciudadanía a Chuck Norris.

Los jóvenes deberían ganar el doble para poder comprarse un piso que no llega a ni 50 metros cuadrados, y al que tienen que dedicar de media más del 60% de sus ingresos.

Si las hipotecas para jóvenes son casi inexistentes, la oferta que tienen las personas solas es prácticamente nula. Y mira que es un nicho de mercado cada vez más amplio. No hablamos sólo de solteros, también de separados, divorciados, viudos…

Están ahí pero la banca los ignora deliberadamente. Tienen necesidad de acceder a la vivienda pero con un sólo sueldo, que en general no es la pera, no se pueden ir más que de alquiler a un piso inferior en el que vivían, o a casa de sus padres, lo que es de agradecer, pero lamentable y deprimente.

Un tercio de los jóvenes entre los 24 y los 35 años todavía no se ha emancipado. En muchos casos no es por falta de ganas, y en otros se largan de casa alquilando porque comprar no está a su alcance.

La banca se ha vuelto muy elitista eligiendo a quién le deja el dinero. Y no te digo que no tenga razón a veces: no es plan de dar dinero a cualquiera como se hizo antes de la crisis, pero también debería fluir más el dinero.

Esta responsabilidad la tienen todos, especialmente las entidades rescatadas con nuestro dinero. O ganas bien de pasta o ningún banco te aceptará como pareja, por mucho que le prometas serle fiel todos los días de tu vida. ¿Y quién gana más de 2.000 euros? Haberlos haylos, pero no muchos menores de 35.

Con menos de ese sueldo la banca es reacia a casarse contigo. ¿Y quién termina los estudios, se pone a currar y gana ese dineral, en una profesión legal y honesta? Decídmelo, por favor, que me reciclo en un periquete.

La oferta hipotecaria se centra en parejas, con trabajos estables, antigüedad laboral, que ganan como mínimo 2.000 € entre los dos -algunos bancos exigen mucho más- y si son jóvenes, mejor que mejor. La oferta está pensada para parejas y familias. La banca pasa de los que no compran un piso a pachas y eso que son 8 millones de personas, de las que cuatro millones y medio viven por fuera de casa de los padres.

Los préstamos para jóvenes siguen en coma

Ser joven, esa gran actividad de riesgo

Ser joven, esa gran actividad de riesgo

Los jóvenes no lo han tenido precisamente fácil para acceder a la vivienda, pero de un tiempo a esta parte lo tienen aún peor.

Según el Consejo de la Juventud deberían cobrar un 105% más para poder emanciparse. De media, en España, una persona joven debe dedicar más del 60% de su sueldo para comprarse un piso que no llega ni a 50 metros cuadrados.

Con este handicap, sumado a la precariedad laboral, una de cada tres personas entre los 24 y los 35 años (más de 6,3 millones de personas) sigue en casa de sus padres. Algunos que se lanzan a vivir solos y quieren comprar se conforman con alquilar: la compra se les hace muy cuesta arriba y no me extraña.

Las hipotecas para jóvenes, que existían antes de la crisis y durante los primeros años, sobre todo ligadas a comunidades y ayuntamientos, casi desaparecieron cuando se cerró el grifo hipotecario. La cosa no fue mejorando, al revés: en 2012 solamente tres entidades estaban dispuestas a prestar dinero a los pipiolos en condiciones especiales.

Porque es que, sin esas condiciones especiales, es muy difícil comprar una casa. El primer salario y los primeros ahorros no dan para mucho. Antes había menos vinculación, diferenciales más bajos, plazos más largos… Ahora apenas hay hipotecas para jóvenes y las que existen sí son algo mejores que las demás, pero tampoco para fliparse.

La nueva Hipoteca Joven de Kutxabank te baja el diferencial un 0,25 hasta que cumplas los 35. Antes los préstamos juveniles tenían las mismas condiciones para toda la vida, ahora ni eso.

No tiene suelo ni comisión de apertura y el diferencial es de los menos malos del mercado: empieza en un 2,60% que se puede quedar en el 1,60% si te vinculas a tope. Ahí está el truco: te tienes que atar más que Houdini dentro de la urna con agua. Domiciliar la nómina, compras con tarjeta de 2.400 € anuales, meter mil pavos al año en un plan de pensiones y tres seguros. Excesivo.

Para llegar a un diferencial del 1,25% tienes que pedir sólo hasta el 75% de lo que vale el piso (lo habitual es el 80%), cumplir lo anterior y tener menos de 35 años. Por mucho que haya bajado el precio de los pisos, ¿qué persona menor de esa edad tiene ahorrado el 25% de lo que vale el piso más el 10% de los gastos de compraventa?

Por el momento, ésta es la única hipoteca para jóvenes que hay junto con la de Kutxabank y el Gobierno de La Rioja, a Euríbor + 0,95%. Éste sí que es un diferencial competitivo para lo que hay por ahí. Por lo demás, sólo recuerdo a Bankinter que, si tienes menos de 35, te respeta el Euríbor del primer año durante el segundo y el tercero. Eso está guay, sobre todo si pillas una de las cifras actuales, por debajo del 0,40%.

La hipoteca nos cuesta un tercio del sueldo

Las aguas vuelven a su cauce

Las aguas vuelven a su cauce

Pagar la hipoteca es cada vez más barato para los que la firmaron antes de la crisis.

Con diferenciales muy bajos, que ya no se ven más que en los libros de Historia, del orden del 0,35%, y el Euríbor en picado tras la bajada continua de los tipos de interés, los titulares de préstamos anteriores a 2010 que conservan sus empleos y sus sueldos están pudiendo hacer frente a la deuda del piso.

Respiran aliviados porque las aguas están volviendo a su cauce. Así como en 2008 destinábamos hasta la mitad de nuestros ingresos para pagar la hipoteca, ahora este recibo no nos supone más del 31%, según el Colegio de Registradores de la Propiedad. Para ver algo parecido tenemos remontarnos a 2003.

Por supuesto es un cálculo global. En Baleares la hipoteca supone de media un 45%, en Madrid casi el 40% y en Cataluña el 33%. Aun así, las cuotas han bajado y resulta que en Madrid la gente paga de media casi 900 pavos de hipoteca, en Baleares casi 800 €, en País Vasco 680 €, en Cataluña casi 670 € y en Navarra cerca de 600 €.

Son las cuotas más caras de España. Viéndolas da miedo pensar lo que se ha pagado cuando la hipoteca era el 50% del sueldo, y ya no te quiero ni contar cómo son con cláusula suelo. Con pisos comprados muy caros por la burbuja inmobiliaria, estas cuotas son ahora una mezcla entre un espejismo y un regalo.

Por fin las cosas son como deberían ser. Aunque la vida laboral se ha precarizado más que un campamento de refugiados, el abaratamiento de las cuotas nos pone las cosas más fáciles y, oh jevens, al fin cumplimos la norma no escrita de que las deudas no deben suponernos más de un tercio de nuestros ingresos.

Que antes tuviéramos que dedicar la mitad de nuestras ganancias a pagar la hipoteca es culpa del banco tanto como nuestra. ¿Quién nos manda comprarnos una casa que vale una millonada, por encima de nuestras posibilidades, no pagar entrada y pedir algo extra para las vacaciones? ¿Y por qué el banco no se dio cuenta de que era demasiado dinero y si se ponían feas las cosas el agua nos llegaría al cuello?

Las hipotecas de ahora son otra cosa: los intereses son más altos a pesar del Euríbor bajo pero los precios son menores porque el valor de la vivienda ha caído un 30% y, según el Fondo Monetario Internacional, todavía tiene que caer un 10% más para estar acorde a los sueldos.

A estos sí que se les pueden poner feas las cosas por tener un diferencial superior al 1,5%, que cuando suba el Euríbor se traducirá en un 5% de interés o más. Para flipar en colores sin tomarse un solo tripi.

Las hipotecas baratas de hoy serán caras mañana

Las cuotas siguen siendo un regalo

Las cuotas son un regalo con fecha de caducidad

Los diferenciales siguen bajando. Poco a poco, el 2% deja de ser una barrera psicológica de lo barato para convertirse en el límite de lo que deja de ser una buena hipoteca.

Buena para los tiempos que corren, claro está, porque buenas hipotecas ya no quedan más que algunas firmadas sin cláusula suelo, con Euríbor y un diferencial inferior al 1%. Las de antes.

Pero no por bajar del 2% son hipotecas baratas. Son baratas ahora, en comparación con el resto de préstamos. Pero imagina que en vez de sumar a ese 1,85% -por poner un ejemplo de diferencial actual- el Euríbor de ahora (0,604%)  le sumas el que puede llegar a ser. O sea un 1%, 2%, 3%, 4% e incluso 5,4%, hasta donde llegó en julio de 2008.

El resultado es una hipoteca un 61% más cara que ahora, con un interés por encima del 7%, una barbaridad que puede disparar las cuotas más allá de lo asumible por muchas personas, especialmente si pierden sus trabajos actuales y encuentran nuevos puestos con salarios de ahora, de media un 40% más bajos que los de antes.

Según el portal de empleo Infojobs, el salario medio está en 23.650 € brutos al año, un poco por encima de los 22.790 € que ha publicado el Instituto Nacional de Estadística (INE). Son menos de 2.000 pavos al mes. Salarios que no dan para una cuota mensual de 1.000 euros, que es en lo que se puede poner la hipoteca cuando suba el Euríbor, ni aunque se pague entre dos mileuristas.

También es cierto que venimos de afrontar unas hipotecas por las nubes. Cuando los diferenciales estaban bajos el Euríbor se situaba por encima del 3%, lo que convierte a aquellas hipotecas en más caras que las actuales. Pero antes los trabajos eran algo menos precarios, algo más estables -si es que esta palabra aún existe con algún significado- y con sueldos más altos.

El Euríbor ya ha empezado a subir, así que no quiero meter el miedo en el cuerpo a nadie, pero sí la precaución. Los tiempos de Euríbor bajo han terminado. Ahorrad para las vacas flacas, tanto si tenéis una hipoteca de ahora como si es de las de antes.

Los tiempos cambian, hay que cambiar la mentalidad. El 40% de los que están de alquiler, lo hacen porque no se pueden comprar un piso. Los que sí pueden lo hacen con un 30% menos de dinero prestado y suponiéndoles sólo el 30% de los ingresos (como debe ser, no como antes que se daba hasta para operar al loro).

Sea cual sea vuestra situación, id con prudencia. Estos tiempos dulces se irán y todo será más caro.