El Euríbor acaba de despedir el año en el -0,19%, siendo probablemente su último mínimo histórico, la última vez que se hunda tanto. A continuación ha empezado a cotizar por encima de esa cifra, cuando solía ser al contrario, lo que hace pensar que empezará a subir a partir de enero.
Así que toca hacer balance de lo bien que hemos estado estos años de cuotas bajas-bajíííísimas, las más baratas que pagaremos en toda la hipoteca.
Que suba el Euríbor no quita para que sigan muy muy bajas, porque este índice no va a remontar un -0,19% en dos días, debería tardar más de un año en volver a terreno positivo, lo que nos asegura cuotas bajas durante unos años más, aunque no tan bajas como ahora, claro.
Cuando hace casi 10 años, en julio de 2008 el Euríbor subió hasta su máximo histórico (5,393%) a muchos hogares les dio un patatús porque les puso el agua al cuello. Desde entonces hasta ahora el Euríbor ha ido cayendo casi sin parar (tuvo par de periodos de subidas entre medias), lo que ha supuesto un ahorro considerable.
Desde la cuota de aquel julio a la de ahora hay la mitad de precio. Madre mía: ¡¡¡sí que pagamos intereses!!! ¡¡Muchísimo!! Tomando como ejemplo un préstamo de 150.000 € a 30 años, en julio de 2008 la cuota se puso en 840 €, mientras que ahora, con el Euríbor de diciembre está en 405 €. La diferencia es abismal y nos hace ver el inmenso respiro que nos está dando este índice en los últimos años.
El ahorro total es diferente en cada hipoteca, pero es de varios miles de euros en estos casi 10 años. Para calcular tu ahorro puedes jugar con este simulador, en el que vas cambiando el tipo de interés y así ves cuánto se te ha ido reduciendo la cuota. Si guardas los recibos también puedes ir comparando, aunque seguro que te acuerdas bastante bien de cuál ha sido el máximo que casi ahoga tu economía doméstica hace una década.
Este ahorro en las cuotas, unido al fin de la cláusula suelo y las sentencias contra los gastos de la hipotecas, los préstamos multidivisa y la cláusula de vencimiento anticipado, entre otras cosas, ha empujado a la banca a impulsar las hipotecas a tipo fijo. Las actuales son las más baratas que veremos, ya que cuando empiece a subir el Euríbor el tipo fijo subirá y, a cambio, volverá la guerra de diferenciales en las hipotecas a tipo variable.
Parece que estamos ante el despegue definitivo de la economía. Ahora sólo hace falta que suban los sueldos para recuperar el poder adquisitivo perdido en todos estos años y por las bajadas y recortes sufridos durante la crisis. Las empresas que gozan de buena situación económica deberían trasladar los beneficios que logran con sus buenos márgenes de negocio a actualizar y mejorar el sueldo de sus empleados.
Si no lo hacen, ya les pondrá el sistema en su sitio. El número de parados ha bajado a 3,5 millones, cifra histórica en la última década. Cuando lleguemos al pleno empleo será más fácil encontrar trabajo y a las empresas no les quedará otra que pagar más si quieren buenos profesionales o simplemente nuevos trabajadores.