El cerco a los bancos por las guarrerías de cláusulas que nos obligan a firmar, la mayor parte de veces sin enterarnos o estar bien informados, está que arde. Debería ser un cerco más estrecho, pero casi nadie se atreve a meter mano a los bancos y la legislación tan flexible que tenemos tampoco ayuda.
Una juez del Juzgado de Primera Instancia número 87 de Madrid ha ordenado registrar la sede del BBVA en busca de toda la información sobre la contratación de swaps.
Los bancos nos dijeron que esta porquería de seguros supuestamente nos protegen de las subidas del Euríbor, devolviéndonos el banco la diferencia entre un nivel máximo prefijado en la hipoteca y lo que el Euríbor suba por encima de eso.
En la vida real, el Euríbor nunca subirá tanto como para que el interés que paguemos esté en torno al 15%, pero sí que bajó lo suficiente como para que la tortilla se diera la vuelta y tuviéramos nosotros que pagar lo contrario: la diferencia entre un nivel mínimo prefijado en la hipoteca y el nivel del Euríbor.
Este cutrerío de cláusula se ha traducido en que miles de familias han tenido que pagar más por la hipoteca porque sí, porque el Euríbor estaba demasiado bajo, y no solo no se han podido beneficiar de esta bajada histórica sino que les ha tocado pagar la diferencia. ¡Agárrate a la brocha que quito la escalera!
La juez de Madrid pide esta información para decidir si admite o no a trámite una demanda de Adicae (Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros) que, como otra asociaciones de consumidores, intenta dar a los bancos por el clander todo lo que puede y más, mientras adquiere notoriedad y dinerete de los descontentos por estafas bancarias.
El BBVA se ha chinado, presentando un recurso de amparo – el término lo dice todo- al Tribunal Constitucional -pisando fuerte y apuntando alto, sí, señor- para no dar la información de sus clientes excusándose en que es confidencial y, dice, para evitar que las asociaciones de consumidores utilicen los datos de sus clientes para captar nuevos socios. Aquí no se salva ni el Tato. Al final ha dado la información porque si no se metía en un berenjenal jurídico de tente y no te menees.
Lo de los bancos con la crisis, las hipotecas y los pisos tiene mal arreglo, ya que son el problema y la solución al mismo tiempo, y no están dispuestos a hacer ni la más mínima concesión, ni un minúsculo esfuerzo por solucionarlo, pero sin hacerlo tampoco vamos a salir de ésta.
Pidamos a Papa Noel mucha paciencia y a los Reyes, ¡una hipoteca!