El presidente de Ecuador, Rafael Correa, no tiene otra cosa mejor que hacer que venir a España a tocar lo que no suena.
En su reciente visita a nuestro país ha dicho que está escandalizado con el sistema hipotecario español, tachándolo de “inmoral” y pidiendo que sea más flexible que Gemma Mengual haciendo natación sincronizada.
No es nada que no supiéramos ya y que no hayan dicho las asociaciones de consumidores, los propios sufridores hipotecados y hasta las plataformas de afectados por la hipoteca (PAH), que han ido creciendo como champiñones en todas las ciudades españoles a raíz del aumento de los desalojos.
El presidente de Ecuador no comprende cómo el riesgo de contratar una hipoteca recae principalmente en nosotros, pues si dejamos de pagar la cuota al banco, éste nos embarga la casa y todavía nos sigue exigiendo dinero. Correa es más de la dación en pago (cancelar la hipoteca entregando solo el piso) para el 100% de los casos.
Yo tampoco lo comprendo, pero como borreguetes hemos firmado y seguimos firmando todo lo que nos ponen por delante con tal de comprarnos un piso. Y eso si nos dan la hipoteca, cosa que últimamente es más difícil de ver que un político honrado.
Este señor ha dicho que el “problema esencial” es la “supremacía total del capital sobre los seres humanos”. O sea que los bancos pasan por encima de nosotros caiga quien caiga y es verdad. Vaticina un apocalipsis hipotecario en el que habrá gente sin casas y bancos con casas, lo cual ya se está haciendo realidad para muchos.
Todo esto se lo ha dicho al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que le habrá tratado con mucha correa. ¿Pensará que ha descubierto la pólvora…? ¿Que no nos habíamos dado cuenta del sistema tan descompensado, abusivo e injusto que tenemos…? ¿Le importaría algo si la comunidad ecuatoriana no fuera la más numerosa de toda Latinoamérica en España?
Si no le falta razón en lo que dice, pero que mire bien su país para ver qué puede mejorar y luego se ponga a criticar al resto. No quiere pagar las consecuencias de nuestro sistema hipotecario, con ecuatorianos que vuelven a su país con lo puesto porque los bancos españoles les han quitado hasta la ropa interior, como hacen con todos.
Es bueno que alguien de fuera les diga estas cosas a los que pueden cambiarlas, pero ni quienes gobiernan ni los bancos van a mover un dedo por modificar el sistema. Todo lo más, ya hemos visto, es la inacción del PSOE mientras gobernó y la dación en pago light que ha propuesto el Gobierno actual, solo para parados sin un duro, sin avales y con pisos extrañamente baratos.