Por intentarlo que no quede, aunque se limiten a ellos mismos.
Estos días, 5.000 personas que están hasta las narices del sistema hipotecario han petado el buzón de correo electrónico de los diputados catalanes.
Quieren que el Parlamento catalán apruebe la dación en pago (cancelar la hipoteca entregando el piso al banco), aprovechando las competencias que Cataluña tiene en derecho civil. Eso sí, solo para Cataluña y pasando olímpicamente del Congreso español y del resto de los hipotecados de España. ¡Oleeee!
El promotor de esta cibertáctica es Solidaritat Catalana per la Independència (SI), que pretende ser más pesado que una vaca en brazos, lograr que la unión haga la fuerza y materializar que el que la sigue la consigue… Aunque de solidaridad con los hipotecados no catalanes están limpios. Una cosa es ser independentista y otra trabajar única y exclusivamente para tus intereses cuando el tema interesa a todos los demás.
No tengo claro que vayan a conseguirlo, porque los políticos están cada día más obcecados en proteger a los bancos, lo que pasa por, entre otras cosas, negarse de la cabeza a los pies a la dación en pago.
Otra vez, y ya van dos, el Senado ha votado en contra de saldar la hipoteca dando el piso al banco como pago. El Congreso ya se ha negado lo menos tres veces, cada vez con una excusa distinta. La que está a la última moda es para eso ya hay una comisión que lo está estudiando. Se puede ser más pobre en las explicaciones pero no más cutre.
Aunque la dación en pago y otras medidas que nos ayudarían un montón, sin perjudicar a los bancos tanto como dicen, dada la actitud de los políticos, son más bien una utopía. Y es que debemos pedir mucho para conseguir algo mínimamente digno. Así son las negociaciones: tú pides un huevo, el otro no te iba a dar nada y al final te das por contento si te quedas con un huevo duro, siempre que en el intento no salgas escalfado o pasado por agua.
Alfredo dedo Rubalcaba, en campaña electoral permanente desde que se le nombró sucesor oficial de Zetapé en el PSOE, intenta arrancar simpatías y votos diciendo que los bancos dieron demasiadas hipotecas que luego no hemos podido pagar y que, por ello, deben asumir su parte de culpa en la crisis.
¡¡Histórico!! ¡Un político metiéndose con los bancos y diciendo verdades! Todo por los votos. Qué tendrá el poder que todos estos que van de parranda al Congreso lo ambicionan a cualquier precio.
Si sirviera para que pudiéramos acceder a una vivienda digna, como dice la Constitución, lo daríamos por bueno. El sistema está petando, como los buzones de los políticos catalinos con la demanda de la dación en pago, y el Gobierno no le pone más que tiritas a lo que ya es un cáncer generalizado por toda España.
En mayo, solo le debíamos 674.927 millones € a los bancos, que es un 0,8% menos que un año antes. Y no es que nos hayamos puesto a pagar hipoteca como locos, sino que cada vez tenemos menos dinero prestado que devolver al banco, lo que significa que el grifo de las hipotecas sigue cerrado a cal y canto.