A lo mejor has oído por ahí que el Gobierno va a encarecer las plusvalías, es decir los beneficios que obtienes por la venta de algo que ya tienes. Pues bien, lejos de ceñirse a las operaciones financieras, esto también afectará a… ¡¡Tachaaaaaaaaan…!! El ámbito inmobiliario: inmuebles, viviendas, terrenos y locales.
Nos hemos quejado tan amargamente de que la especulación inmobiliaria, con la compra y venta de pisos que hacía la gente sólo para enriquecerse, había subido tanto los precios que los había dejado inalcalzables, que esta noticia debería alegrar a todo el que quiera un mercado de la vivienda más sanito, feliz y menos caro, y entristecer al que quiera invertir para vender ya mismo.
Especular con algo tan básico como la vivienda es una guarrada que no se debe consentir. Lo hacían los ricos, algunas empresas creadas para ello e incluso se lanzaron a esta práctica particulares que luego no han sabido qué hacer para pagar tanto piso y han ido de embargo en embargo con más estilo que una modelo.
Pero, ¿en qué consiste este cambio fiscal que va a hacer el Gobierno? Quieren que para las cosas que compras y luego vendas en el mismo año lo flipes, Felipe, porque te van a cobrar un impuesto equivalente al que en estos momentos tiene el IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas), que muerde la nómina que da gusto.
Este muerdo a los beneficios será progresivo, igual que el IRPF. Mientras que para cualquier dinerete obtenido en general de un ahorro o cualquier cosa (lo que se llama rendimiento del capital) te cobraban hasta ahora el 21% hasta 6.000 € , el 25% hasta 24.000 € y el 27% a partir de 24.000 €, el IRPF va desde el 24,75% hasta el 52%.
No les escuece que te lleves los beneficios siempre que sea a medio y largo plazo. Lo que les pica es el corto plazo. Por eso, no te cobrarán tanta plusvalía si compraste un piso en 2009 y lo vendes en 2015 como si lo compras en enero de 2013 y lo vendes en junio del mismo año.
Se entiende que en el primer caso lo has usado como vivienda habitual y no lo compras y vendes para ganar dinero, independientemente de tus intenciones reales, en tanto que en el segundo caso se ve a todas luces que has comprado para luego sacar un beneficio con la venta.
Se les estropea el negocio a los buitres inmobiliarios, jeje, qué penita. Ohhhhhhhhh… Cojámonos de la manita y lloremos por ellos un rato, anda.