Son unos cracks y unos ídolos. ¡Menuda gente! Un propietario de inmobiliaria, un asesor financiero, una empleada de banca y siete tipejos más han desbancado 610.000 euros.
Y cuando digo desbancar es con todas las de la ley porque han estafado esta cantidad en hipotecas y préstamos personales que inocentemente les concedieron entidades financieras de Valladolid.
Y porque los ha detenido la Policía en la que han llamado, con mucha guasa, Operación Burbuja que si no… Llegan al millón y medio de euros que estuvieron a punto de estafar unos tipos súper trajeados y montados en cochazos en Madrid hace meses. Es que esto del intento de estafa o el timo en sí no es nuevo para los bancos. Ellos también lo hacen.
La cantidad timada es una gota en el océano de los tiburones bancarios pero seguro que no les gusta nada saborear las hieles de que te timen, quedarse con un mal sabor de boca al descubrir que los que habían dicho ser ciertas personas no lo son y que las condiciones que has firmado no se cumplen. Cómo se les habrá quedado el cuerpo, ¿eh? Jia jia.
Esta estafa ha salido bien porque los timadores contaban con gente dentro de las entidades financieras que colaboraba en acelerar los préstamos y seguro que en hacer la vista gorda y dar por buenas cosas que habría que haber comprobado, como las nóminas o las Declaraciones de la Renta aportadas por los que pedían la hipoteca.
La banda era especialista en falsificar este tipo de documentos requeridos para el estudio de la hipoteca y tenía un número de teléfono al que llamaban los bancos para preguntar si Menganito trabajaba allí, a lo que alguien de la banda contestaba que sí.
Para el trabajo sucio de cara a la galería usaban a personas pobres, necesitadas y que no aparecían en ninguna lista de morosos, que pedir el préstamo con todos los papeles falsos.
Cuando daban la hipoteca, lo que ya tiene mérito en los tiempos que corren, ellos también corrían dejando de pagar las deudas y llevándose un pellizquito a cambio de su magistral interpretación en la sucursal bancaria. El resto del botín era para el resto de la banda, muy bien organizada y estructurada por funciones.
El espabilado que destapó el cotarro fue el director de una sucursal, que descubrió que las nóminas eran falsas. A partir de ahí les dio por comprobar el resto de la documentación, descubriendo que también era falsa. Demasiado tarde… Ya habían dado 4 hipotecas y estaban a punto de dar 2 préstamos personales. ¡Toma, Jeroma!
Reconozco que deben ser detenidos o los bancos nos subirán el interés de los préstamos para pagar este desaguisado, no por Dios, pero también mola que alguien ponga en su sitio al malote del patio de vez en cuando. Y si es una vendetta con V de vivienda, mejor que mejor. Y en las hipotecas, que es donde más duele.