Y vuelta a empezar. No hace ni dos telediarios que os decía que, por boquita de Pepiño Blanco, el Gobierno había dicho que nanay de que la entrega de la vivienda sea suficiente para saldar la deuda hipotecaria tras el embargo, cuando anteayer en el Congreso se vuelve a abordar el tema, con raquíticas esperanzas para nosotros.
Tras el subidón de ganar las elecciones -y por fin gobernar- en Cataluña, Convergència i Unió (CiU) vuelve con su particular batalla de las hipotecas, presentando en el Congreso de los Diputados una moción que se ha aprobado con la abstención del PP y el apoyo de PSOE.
Por pichicienta vez, CiU pedía que el piso sea suficiente pago al banco cuando dejamos de pagar la hipoteca y que hay seguros de protección de pago que eviten que nos desahucien cuando estamos en situación de incapacidad temporal o en el paro. ¡Fuera buitres!
También por pichicienta vez, el Gobierno ha dicho que estudiará el tema, mojándose cada vez menos, puesto que esta vez vuelve a cerrar completamente la puerta a la dación de pago, que en Estados Unidos triunfa más que Los del Río con Macarena. La dación de pago es entregarle el piso al banco, saldar la deuda y que nos deje descansar en paz (RIP).
Aunque esto no lo hemos conseguido, y todo apunta a que no lo conseguiremos salvo que a los políticos se les olvide que los bancos les prestan pasta, sí que se han acordado algunos pequeños logros, que ya veremos si llegan a buen puerto o se quedan en agua de borrajas:
- Que cuando dejamos de pagar la hipoteca no se nos pueda meter mano en otro patrimonio que no sea el piso. Hasta ahora nos embargan el piso y lo que sea necesario con tal de cobrar la deuda. Qué buitreo. ¡Carroñeros!
- Que no nos embarguen el piso si estamos en proceso concursal, o sea en el equivalente a suspensión de pagos de una empresa y acosados por todo tipo de acreedores y chupasangre
- Que haya seguros de protección de pago de verdad en lugar de cláusulas guarras que nos sacan hasta los higadillos (ojalá, está por ver)
- Aumentar las cantidades de sueldo, pensión u otra retribución que percibamos que no nos pueden embargar. Hasta ahora te dejaban en bragas y sin estufa, para sofocarte los calores del disgusto. ¡Gentuza!
- Mediar entre el banco y los que nos quedamos sin casa por el embargo, fomentando que nos podamos quedar de alquiler aunque estemos desahuciados
Dentro de lo malo que es un embargo, qué bonito suena todo esto, pero ya se sabe qué es lo que tira más que dos carretas: en este caso las pesetas, los leuros que los banquetes dan a los politiquetes. Qué asquete.
¡¡Feliz Navipeich!!