Apenas ha empezado el año y ya hay movida con la desgravación de la hipoteca.
Como ya sabes, el Gobierno la ha suprimido a quienes se hipotequen desde ya y ganen más de 24.000 € netos al año, dejando que se desgraven algo los que ganan entre 17.700 y 24.000 € netos.
Como no toda la clase política está de acuerdo, en España hay autonomías (de algo nos tendría que servir tanta duplicidad de Administraciones) y hay gente, como Esperanza Aguirre -presidentísima de la Comunidad de Madrid- que está deseando oír qué dice Zetapé para hacer lo contrario, pues ahora no todo el mundo va a desgravarse igual la hipoteca, y no por cuestiones meramente de cuánto ganas sino de dónde vives.
Navarra, País Vasco y Madrid han dicho que, cobren lo que cobren, los suyos sí podrán desgravarse la hipoteca, en el tramo autonómico de la Declaración de la Renta, o sea el 7,5% de un máximo de 9.040 euros. ¡¡Albricias!! Y si no vives allí, ajo(erse) y agua(ntarse).
En esta vida, que no es justa, unos tienen mucho y otros tan poco… O si no que se lo digan a las casi 300.000 familias embargadas -118.000 solo en 2010- embargadas durante la crisis.
Para que esto ocurra menos y para que si ocurre sea menos traumático, se está pidiendo a gritos que baste con dar la casa al banco, sin arrastrar una deuda. En cambio el Gobierno, ahora por boca de Elena Salgado, sigue erre que erre con que ni hablar de la peluca, no vaya a ser que los bancos salgan perjudicados. Que hubiéramos sido más prudentes, pidiendo menos pasta, dice la Salgueitor.
El colmo de los embargos es el de Eleuteria Umpiérrez, una octogenaria con nombre de abuelita de TBO, con la que se ha armao una buena porque, enferma y sola, quieren ahuecarla de su casa porque hipotecaron su propiedad sin su conocimiento y ahora Caja Rural le reclama.
Acorralada como Rambo, al final se quedará por orden judicial en su casa de Corralejo (Fuerteventura). Hay que ser mamón para echar de su casa a una venerable enferma y postrada en cama, cuando ella ni siquiera debe nada a nadie, o al menos nadie se lo había comunicado porque se ha trapicheado a sus espaldas.
Bueno, hay que ser mamón para desahuciar a alguien que sabes que intenta pagar y no puede, pero ya sabemos que el único órgano vital y el único músculo fuerte que tienen los bancos es la caja. Lo demás, no lo busquéis: ni existe.