Hace dos años que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ya dijo que cualquier juez en España puede parar un desahucio si ve que hay alguna cláusula abusiva en la hipoteca y que también puede anular esa cláusula, aunque no sea lo que se está juzgando en ese momento.
Siempre que el TJUE dice algo es porque algún juez español le plantea una cuestión prejudicial, o sea le consulta algo para saber qué tiene que hacer, por sospecha de que la ley española puede estar equivocada, para resolver una duda, porque parece algo abusivo o porque, directamente, no se dice nada sobre ello en la ley. Es que la Ley Hipotecaria se nos ha quedado más antigua que la tos, por eso el Gobierno va a cambiarla.
Lo bueno de estas preguntitas al tribunal europeo es que siempre salen favorables a los hipotecados españoles, dando un baño de realidad, de ética y de humildad a los bancos. Lo malo es que si no se pregunta al TJUE estamos más desprotegidos que si vamos al Polo Norte en mangas de camisa.
También ha sido la decisión de este tribunal el detonante definitivo para que se devuelva todo el dinero del suelo, aunque gran parte de la banca española se está haciendo la remolona. A esta gran noticia tenemos que sumar otra: si te están juzgando la hipoteca por cualquier motivo, puedes pedir al juez que la revise de arriba a abajo, todas las cláusulas, o sólo una, todo lo que tú quieras y como quieras, para que busque algo raro, ilegal o abusivo.
Si lo encuentra se anula, aunque el juicio sea por otra cosa. Por ejemplo, has llevado a los tribunales la ejecución de la hipoteca y crees que tienes suelo, intereses de demora excesivos, método de cálculo 360/365 o cualquier otra gaita abusiva. Puedes pedir que el juez lo revise y anule esa/s cláusula/s.
Otro avance es que el plazo para reclamar ya no es sólo de un mes, porque se entiende que en ese periodo no te da tiempo. El plazo no caduca, aunque haya pasado un año de que terminó según la legislación española. Además, el juez puede y debe comprobar si cuando se firmó la hipoteca las cosas se hicieron bien o, por el contrario, no te informaron y el proceso fue opaco y descompensado.
Ya se sabe que el banco abusa de poder con la información que tiene, y el cliente firma y traga porque no se entera de nada, ante lo que también deben actuar los notarios, que por esos cientos de euros que cobran y esa peazo oposición que se sacan están para algo más que para dar fe de que se firma un contrato.