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Retos hipotecarios para el nuevo Gobierno

Ale, manos a la obra

Ale, manos a la obra

Después de casi un año con un Gobierno en funciones, al nuevo Ejecutivo se le acumulan las tareas, también en materia hipotecaria. Tenemos una Ley que se redactó a finales del siglo XIX, con lo que eso conlleva.

Se hizo pensando en la situación de entonces, en los problemas de entonces, en las hipotecas de entonces, que no son como las de ahora. Entre medias se ha extendido y popularizado el uso de la hipoteca para comprar una vivienda, han aparecido cláusulas abusivas como el suelo, el redondeo de los intereses, los préstamos multidivisa (en otra moneda diferente al euro)… Y eso obliga a actualizar la Ley para que, no sólo sea acorde a los nuevos tiempos, sino que proteja más a los consumidores, para que -como mínimo- estemos igual de protegidos que la banca.

Los ministros de Economía y Hacienda seguirán siendo los mismos: de un lado Luis de Guindos y del otro Cristóbal Montoro. El primero empezó una reforma hipotecaria en 2013, que debe continuar y, sobre todo, ser más profunda, rápida y efectiva, si bien creo que con este ministro tenemos difícil ganar en protección real los consumidores. Tampoco nos ayudaque el Banco de España, más que un pepito grillo, que premie y regañe según toque -como debiera ser-, es un hada protectora de los bancos.

Por lo pronto, el nuevo Gobierno debe incluir en nuestra legislación la Directiva 2014/17/UE, que tendría que haber sido aprobada antes del pasado marzo. Pero ya se sabe que hay muchas cosas pendientes de hacer con el retraso en la investidura del nuevo presidente.

Cuando esa directiva europea se incluya en nuestra ley habrán cambiado unas cuantas cosas, como la comisión por amortizar hipoteca. También la forma en que nos informan de las condiciones de la hipoteca, que debe ser más clara y personalizada. Se quiere evitar que los empleados de banca firmen hipotecas pensando que llevarse un incentivo y por eso se propone formarles y revisar sus ingresos.

Otroa cosa nueva es que se permitirá el cambio de divisa de la hipoteca (genial para los hipotecados en multidivisa que han visto aumentada su deuda). Y la libre elección de empresa en los seguros ligados a la hipoteca. Normalmente es otra fuente de ingresos para la banca porque te obligan a firmar con aseguradoras de su propiedad o en las que tienen mucho dinero invertido.

Personalmente, a nivel fiscal me gustaría que volviera la desgravación por hipoteca para todo el mundo, y no sólo para los hipotecados antes de 2013. No creo que aliente la especulación, puesto que es para primera vivienda, sino el ahorro familiar y la compra de casa; hagan lo que hagan, seguimos empeñados en comprar, es la mentalidad mayoritaria y costará cambiarla. Pero lo veo difícil porque la Unión Europea obligó a quitar esta desgravación.

Para no mermar la importancia del alquiler, deberían también potenciarse medidas en este otro ámbito. Que desgravaran las reformas en casa tampoco estaría mal.

Además, deberíamos estar más formados e informados de todo lo relativo a hipotecas. La asignatura de economía práctica, que incluya información hipotecaria, debería ser obligatoria para todos en 3º y 4º de la ESO, como mínimo. También deberían ser mayores las penas por engañar a un cliente o no cumplir lo pactado en el contrato.

Y de una vez por todas, habría que cambiar el sistema para que nadie se quedara sin casa y limitar la posiblidad de que la banca incluya cláusulas abusivas, pues demuestran que siempre inventan la forma de ganar dinero -como ahora con las hipotecas fijas- y eso no tiene por qué pasar por abusar del cliente.

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La cara oculta de las hipotecas a tipo fijo

Más vale prevenir que lamerse las heridas

Más vale prevenir que lamerse las heridas

Aunque las hipotecas fijas están en auge, acaparando ya 1 de cada 3 nuevos préstamos, tienen lados oscuros que conviene saber antes de decidirse.

No todo es la tranquilidad de tener siempre la misma cuota y no depender del Euríbor, viendo tranquilamente cómo las demás hipotecas suben de precio mientras tú pagas menos. Cuando esto ocurra, debería pasar durante más tiempo que el que has estado pagando de más porque el Euríbor está bajo, que es lo que pasa ahora y lo que va a pasar durante los próximos años.

Los préstamos fijos más baratos son los que tienen menor plazo para devolver el dinero. El mínimo son 10 años, tiempo en el que ofrecen intereses del 1,20% y 1,40% en adelante. Suena bajísimo. Con que el Euríbor se ponga en el 0,30% – 0,50% ya pagarías menos que con Euríbor + 1%.

¿Pero qué esconden estos tipos de interés? Al igual que en los préstamos de tipo variable, los fijos tienen mucha vinculación si quieres pagar menos intereses. Tantas ataduras con el banco que a lo mejor te sale más barato firmar menos cosas y pagar más intereses. Es cuestión de calcularlo antes de hipotecarse.

Por ejemplo, la Hipoteca Ahora Fija de Liberbank, a 1,20% durante 10 años, exige seguros de hogar, vida, protección de pagos y coche para rebajar el interés. ¡¡Cuatro seguros!! Además hay que tener ingresos mínimos de 2.000 € al mes, pagar con tarjeta al menos 1.500 € al año y contratar un plan de pensiones con aportación mínima anual de 600 €. Es una pasada… Si no te acoges a todo esto el interés sube al 2,30%, o sea ¡¡¡casi el doble!!!

La otra hipoteca fija más barata, la de Bankinter, no se queda atrás, si bien no abusa tanto. Para el 1,40% a 10 años hay que tener seguros de hogar y vida, domiciliar ingresos y 3 recibos. De lo contrario el interés crece hasta el 2,60%.

Hay mucha diferencia entre atarse al banco o ir por libre. Además del pago de comisiones, que suele ser más alto en el caso de los préstamos fijos, que también a veces rebajan del 80% el porcentaje prestado, una hipoteca fija sin esclavitudes es entre un 25% (caso del BBVA) y un 90% (Liberbank) más cara que otra sin el pack de vinculación.

Entre medias están Bankinter, con una hipoteca un 85% más cara sin ataduras; seguida de Abanca, Activo Bank, Santander y Bankoa, todas entre el 50% y el 70% más caras sin seguros y otras historias.

Además, casi todas incluyen una comisión de compensación, por la que tienes que pagar entre el 0,75% y el 5%  -según la hipoteca- si amortizas o cancelas el préstamo antes de tiempo y el banco piensa que eso le hace perder dinero, porque -entre otras cosas- los tipos de interés en ese momento estén bajos -como ocurre ahora-. Aquí te explicamos más en detalle qué es y cómo negociar para que no te la incluyan.

Rebajan la comisión por amortización anticipada

Ya era hora

Ya era hora

Por fin el Gobierno en funciones incorpora a nuestra Ley una norma europea que cambia la comisión por amortización anticipada tal y como la conocíamos hasta ahora.

La amortización anticipada de la hipoteca es pagar antes de tiempo parte del dinero que debes al banco, lo que te reduce los intereses a pagar y el plazo para hacerlo, en caso de que escojas amortizar en plazo.

Esta opción es mejor que amortizar cuota ya que con ello pagas menos intereses y acortas el plazo de la hipoteca. La amortización en cuota es preferible sólo si necesitas abaratar tu recibo mensual porque no puedes asumirlo.

Hasta el momento los bancos pueden cobrar una comisión máxima del 0,5% de lo que amortices durante los 5 primeros años de la hipoteca y un 0,25% a partir del sexto. Desde ahora, la Ley marca que esta comisión podrá ser de dos formas diferentes, según elija el banco.

La primera opción es cobrar hasta un 0,25% durante los primeros 5 años o las pérdidas que le supongan al banco que tú pagues antes de tiempo. A partir del sexto año no pueden cobrar nada, la amortización sería gratuita. La segunda opción es cobrar hasta un 0,50% durante los 3 primeros años de la hipoteca y luego nada.

La buena noticia no se limita sólo a las nuevas hipotecas sino que, como tiene carácter retroactivo, beneficia a los préstamos ya firmados y que tuvieran esta comisión entre sus cláusulas. Se calcula que en España el 57% de las hipotecas tiene comisión por amortización anticipada.

A ningún cliente le gustan las comisiones, pero a veces no hay más remedio que apechugar con ellas porque el banco se muestra inflexible en la negociación de la hipoteca. La web Kelisto calcula que el ahorro medio por cliente podrá ser de casi 500 euros si decide amortizar anticipadamente. Pero lo mejor es que no te cobren nada, así que antes de firmar la hipoteca negocia que no tenga comisiones de este tipo.

Otra novedad de esta normativa europea que se incluirá en la ley española afecta a los seguros vinculados a la hipoteca. Los bancos no podrán rechazar que contrates una póliza con la aseguradora que tú quieras, siempre que tenga las prestaciones similares a lo que ellos te ofrecen. De forma generalizada, los bancos se niegan sistemáticamente a aceptar seguros que no sean de sus compañías, seguros que si no firmas no tendrás una bonificación (descuento) en el diferencial de la hipoteca.

Necesito poco dinero: ¿pido hipoteca o préstamo personal?

Hay que hilar muy fino

Hay que hilar muy fino

Si necesitas poco dinero para comprar una casa debes valorar dos opciones: pedir una hipoteca o un préstamo personal. Ambas tienen ventajas y desventajas según sea tu caso.

Aunque no todos, la mayoría de bancos tiene un límite mínimo de dinero que prestan para vivienda: unos 30.000 €, otros 50.000 € … El motivo es que el dinero de las hipotecas lo venden más barato que el de otros préstamos y para que les compense quieren asegurarse un mínimo de capital prestado, para ganar intereses a su costa durante años.

Ganan más prestando más, así que prefieren dar hipotecas de 150.000 € antes que una de 50.000 €, contra lo que pudiera parecer, puesto que el riesgo para un banco es menor si presta 50.000 € que si deja 150.000 €.

Entonces, si por ejemplo necesitas 20.000 – 25.000 € puedes recurrir a un préstamo personal. La ventaja es que no tendrás que firmar vinculación (seguros, tarjeta, ingresos, plan de pensiones, etc.).

Tampoco necesitarás inscribir la hipoteca en el registro de la propiedad, ni tendrás gastos de apertura (en caso de que el banco cobre comisión por ello, que suele ser del 1%), amortización o cancelación. Tampoco deberás pagar el notario por la firma de la hipoteca y ahorrarás la gestoría que realice los trámites.

Tampoco tendrás la incertidumbre de qué pasará con tu cuota, ya que no dependerá del Euríbor, ni del IRPH, ni de ningún otro indicador, será fija. También puedes pedir una hipoteca a interés fijo, que ahora están en el 1,40% – 1,60% las más baratas, pero te saldrá una cuota más cara que una hipoteca variable.

Te interesa una cuota u otra dependiendo del dinero que necesitas, de cuáles son tus ingresos, de qué cuota te puedes permitir al mes, cuánto tienes ahorrado y si ya tienes otros préstamos (estudios, coche, muebles, etcétera).

Lo malo de pedir un préstamo personal es que el interés será mucho más alto. Frente al que hemos comentado de la hipoteca fija o al Euríbor + 1% de una hipoteca variable, el préstamo personal fácilmente se te puede subir al 7% de interés, con una cuota mucho más alta que la de una hipoteca. En España han subido estos intereses para compensar el Euríbor en terreno negativo desde hace 7 meses. Es el tercer país más caro de la Unión Europea para pedir un crédito al consumo.

Los bancos no se arriesgan a prestarte si todas tus deudas te van a suponer más de un tercio de tus ingresos al mes. Que no tienes otras deudas, bien… Tienes terreno para endeudarte. Pero si ya tienes otros préstamos abiertos es posible que te lo denieguen, según tus gastos e ingresos. La solución es poner un cotitular que no tenga deudas, pedir más dinero para llegar al mínimo de una hipoteca o esperar a terminar de pagar las deudas.

Hipotecas mixtas, otra solución de la banca para compensar el Euríbor bajo

Que esté de moda no significa que sea bueno

Que esté de moda no significa que sea bueno

Las hipotecas mixtas han cobrado protagonismo, pasando de ser algo residual, prácticamente inexistente, a formar parte de la oferta de muchas entidades, como Kutxabank, Bankinter, ING, Santander y Liberbank, entre otras. ¿Merecen la pena? ¿Son un chollo o pierdes dinero?

Todo depende del plazo, tanto a cuanto a tiempo pongas la hipoteca inicialmente como cuántos años estés pagando finalmente. Porque no es lo mismo firmar a 20 años y liquidar la deuda en 10, que firmar a 30 y saldar en 25. Depende de si podrás o querrás amortizar hipoteca o si dejarás que pasen los años (desaconsejable porque pagarás más intereses que amortizando plazo).

Además, cuanto mayor es el plazo mayores son los intereses. Pagas más si la hipoteca es a 20 años que a 15, y más a 15 que a 10. Entonces aquí entra en juego cuánto dinero pides. Debes calcular cuánto puedes pagar con tus ingresos actuales, y cuánto si uno o los dos os quedárais en el paro o sin ingresos. También a cuánto subiría la cuota si el Euríbor volviera a máximos; hasta ahora la cifra más alta la marcó en julio de 2008 con 5,393%, aunque es complicado que vuelva ahí durante los próximos años.

En función de todo esto luego debes plantearte qué supone un préstamo a tipo mixto, que se caracteriza por tener un interés fijo los primero 10,15 ó 20 años y variable el resto del tiempo. Sabiendo que el Euríbor está actualmente en terreno negativo y que no se prevén subidas durante este año, sino que más bien al que viene o al otro, y que cuando suba lo hará lentamente, en un principio no interesa tener interés fijo.

Para que compense tener ahora un fijo del 2% hace falta que el Euríbor supere el 1% durante más años de los que ha estado por debajo mientras tienes la hipoteca. No hay bola de cristal, pero a priori no parece rentable un interés fijo durante al menos los próximos 10-15 años. La vinculación (seguros, tarjetas, nómina, etc.) son iguales o mayores que las de hipotecas a interés variable e iguales o menores que a tipo fijo, según la oferta y política de cada entidad.

Las hipotecas mixtas son una buena opción para la banca, que durante un periodo largo de tiempo se asegura ingresos estables independientemente de cómo esté el Euríbor. Es cierto que al cliente le da la tranquilidad de saber siempre cuál será su cuota, sin subidas ni bajadas según este indicador, pero también es cierto que te puede hacer pagar más, así que la verdadera tranquilidad es para el banco.

Siempre hay que pensar que cuando los bancos comercializan productos es porque les interesan y les salen rentables. Siempre. Porque necesitan ganar dinero y buscan la forma con intereses fijos, comisiones o lo que sea. Luego lo que tienes que ver es que a ti también te interese, sin dejarte guiar por lo primero que te metan por los ojos, que obviamente ahora para ellos es el interés fijo.

Pero piensa que la banca hace estudios y previsiones, o sea que si lanza a tutiplén hipotecas fijas y mixtas al 2% o por debajo es porque prevé un Euríbor ridículo durante un tiempo muy largo. Si no, le compensaría mucho más Euríbor + diferencial (en torno a 1% es el más competitivo ahora), dado que en cuanto el Euríbor se pusiera por encima del 1% estaría ganando más dinero durante más años. Moraleja: salvo casos contados, las mejores hipotecas, sobre todo a corto plazo, son a interés variable, porque te permiten pagar menos gracias a este Euríbor históricamente bajo.

¿Te interesa contratar un seguro de vida con la hipoteca?

Hay que cuidar tu salud económica

Cuida también tu salud económica

Lo primero que debes tener en cuenta, al margen del dinero y el diferencial de la hipoteca, es si te interesa a ti tener un seguro de vida. Bien porque quieras dejar cubierto al otro titular o titulares del préstamo si te mueres o tienes un accidente grave, porque seas una persona precavida o por lo que sea.

Al margen de razones personales, si no te planteabas tener un seguro de vida antes de contratar la hipoteca y no te interesa especialmente tampoco después, la decisión se reduce a una cuestión económica. Es decir, tienes que mirar cuánto cobran al año por cada seguro de vida -se firma uno por cada titular-, si es una prima única financiada (PUF), si son cada año y cuánto cuestan.

El precio de un seguro de vida depende de varios factores, desde el sexo (pagan más los hombres por mayor riesgo de accidentes según las estadísticas), hasta la edad, pasando por enfermedades, trabajo, estilo de vida y aficiones. Dicho esto, la media de lo que suele costar es entre 200 y 300 € al año por persona, aunque el importe sube o baja cuanto mayor o menor es la cantidad de dinero que pides al banco.

Aquí es cuando tienes que echar las cuentas para saber si te compensa bajar el diferencial de la hipoteca a cambio de tener un seguro de vida. Es muy bonito pensar: aaaayy… me bajan el diferencial un 0,40 ó un 0,20 por tener un seguro de vida, ya, ya… ¿pero cuánto te cuesta ese seguro? ¿Y cuánto ahorras?

Si, por ejemplo, el seguro vale 250 € al año y eso supone que la cuota de la hipoteca sea 20 euros más baja al mes, multiplicas 12 meses por 20 y el resultado (240 €) te dice que te sale más o menos lo comido por lo servido. En ese caso el seguro te interesa porque por poco dinero te aporta una cobertura extra.

Pero si te ahorras  sólo 10 euros al mes (120€ al año) lo mismo no te compensa pagar 250 € al año por un seguro que no querías o incluso por dos si sois varios titulares. Cuanto menor es el plazo de la hipoteca menos te renta tener seguros porque menos te ahorrarás en intereses. Y cuanto menos tiempo queda de hipoteca, también ahorras menos porque ya pagas menos intereses.

Hay que echar cuentas y lo mejor es ir jugando con la calculadora porque la cuota de la hipoteca no es algo estable, sube o baja en función del Euríbor, y el seguro que ahora no te compensa a lo mejor sí lo quieres más adelante. Bien por rebajar la cuota hipotecaria o porque tu situación de vida ha cambiado.

Los seguros de vida han aumentado mucho desde que se firman con hipotecas. A los bancos les interesan porque quieren cobrar aunque te mueras o tengas un accidente grave. Aunque el banco lo va a intentar y pondrá problemas si no es así, no tiene por qué ser con la aseguradora que te digan -que suele ser suya-, puede ser la que tú quieras, siempre que lo demuestres presentando el contrato de la póliza.

La guerra de las hipotecas se traslada al tipo fijo

Los bancos tiran los tiros por otro lado

La banca tira los tiros por otro lado

El año pasado fue el de la verdadera reactivación del mercado de la vivienda y, con ella, la del mercado hipotecario, que ha resucitado tras unos años en coma por la crisis y por la resaca de hipotecas demasiado arriesgadas tanto para el banco como para los clientes.

Desde que se abrió el grifo del crédito hace ya dos años y medio, algunos bancos han estado compitiendo por captar clientes solventes, con buen perfil laboral y económico, a base de bajar los diferenciales y mejorar las condiciones de sus nuevas hipotecas a interés variable.

El resultado es que un tercio de la oferta actual está por debajo de Euríbor + 1%, aunque en la mayoría de los casos la vinculación (seguros, tarjetas, etc.) que imponen para conseguirla sube el gasto de la hipoteca muy por encima de ese Euríbor + 1%.

Mientras que se pensaba que las hipotecas llegarían este año a Euríbor + 0,75%, algo que todavía no hay que descartar, se nota cómo el mercado de los préstamos a interés variable (el utilizado hasta ahora en más del 90% de los casos) se ha paralizado en favor del tipo fijo.

La banca casi ha congelado su oferta variable para mirar hacia otro lado: las hipotecas a tipo fijo, que hasta hace poco eran menos del 10% del total  porque sus intereses (a veces hasta del 5% o 7%) hacían que no compensaran ni fueran atractivas para los nuevos clientes.

En cambio ahora están tan bajas que ver un préstamo a interés fijo por debajo del 2% es algo normal. Sabadell acaba de romper el mercado entrando con una hipoteca al 1,75%, un mercado donde ya estaba Bankinter con 1,80% a 10 años, como antiguo rey del interés más bajo.

Ahora interesa firmar a tipo fijo si es para pocos años, ya que el Euríbor está en negativo, pero en unos años subirá y, con diferenciales de como mínimo el 1%, en cuanto se ponga en el 1% o más ya estarán pagando más los de interés variable que los del fijo. La hipoteca se firma para muchos años, aunque en el caso del interés fijo cuanto mayor es el plazo, mayor es el interés y entonces menos compensa.

Este tipo de hipotecas se han puesto de moda y es donde los bancos vuelcan sus esfuerzos, para compensar las menores ganancias que les deja precisamente ese Euríbor tan bajo y la cancelación de antiguas hipotecas. De ahí que el 41% de los préstamos firmados en febrero de este año hayan sido a tipo fijo.

Otras ventajas de estos préstamos es que no hay revisiones: siempre sabrás qué cuota vas a pagar, sin sustos ni sobresaltos. En contrapartida, suelen acarrear mayores comisiones, menor cantidad prestada (no todas llegan al 80% del valor de tasación) y plazos más cortos para devolver el dinero. La vinculación tiende a ser la misma. Interesan según el caso de cada cliente.

La transformación de las hipotecas en el último año

Toma cambio de look

Toma cambio de look

Desde que la crisis congeló la contratación de hipotecas porque los bancos endurecieron las condiciones y no la daban prestao a casi nadie, no se había vuelto a ver una hipoteca decente hasta que Bankinter rompió el hielo y el silencio de buenas ofertas.

Lo hizo con su Hipotica a Euríbor + 1,95%, que irónicamente llamaron así porque decían que no recordaban cómo se escribía la palabra, tras tanto tiempo de sequía hipotecaria.

Desde entonces, Santander, ING, Uno-e, Caja de Ingenieros, BBVA, Abanca, Kutxabank y otras entidades han entrado en una carrera, frenética algunos meses, en la que se pusieron a ver quién daba el diferencial más bajo y las mejores condiciones, dentro de que tampoco hay ninguna hipoteca chollo. Esto sirvió para que los diferenciales pasaran del 2% al 1%, e incluso por debajo.

La transformación de las hipotecas a interés variable se ha dado sobre todo en este último año, que es el de la reactivación del mercado inmobiliario y también el de la firma de hipotecas, que por fin, dicen los notarios, que vuelven a circular por sus despachos.

Casi un tercio de las hipotecas variables son por menos de Euríbor + 1%; el 60% cuentan con un diferencial entre el 1% y el 1,5% y apenas un 10% por encima de esta cifra, que queda fuera de mercado porque no merece la pena frente a otras ofertas.

Esto es lo que ponen las entidades en letras grandes en sus escaparates. La realidad es que los préstamos se encarecen mucho con la vinculación: domiliciar nómina y recibos y contratar seguros, depósitos o tarjetas a cambio de reducir el diferencial.

También podemos ver algunas que no piden más de 600 € de ingresos, como la Hipoteca Mari Carmen de Abanca, a Euríbor + 1,25%, o que te aceptan la casa como único pago si dejas de afrontar la hipoteca, o sea una dación en pago en toda regla, que permite Bankinter en su Hipoteca Sin Más a Euríbor + 1,20%.

Los bancos han aumentado las comisiones en general (estudio, apertura, amortización, subrogación, cancelación…) para paliar un Euríbor históricamente bajo (ahora ya en negativo), aunque hay entidades como ING que no las cobra.

También han irrumpido con fuerzas las hipotecas a tipo mixto y a tipo fijo. Las primeras ofrecen un interés fijo durante los 10 primeros años (aproximadamente) y a Euríbor + diferencial durante el resto del tiempo. Las segundas han entrado con mucho ímpetu y ya suponen el 40% de los préstamos que se firmaron en febrero.

Interesan porque el Euríbor subirá y, en cuanto pase del 1%, será atractivo no depender de las subidas ni vaivenes de un índice que cambiará su forma de calcularse al año que viene, y que los bancos podrán seguir manipulando de forma legal, al establecer a cuánto dinero se prestarán el dinero entre sí.

Cuidadín con la letra pequeña de las hipotecas

Letra grande, ande o no ande

Letra grande, ande o no ande

Antes de firmar una hipoteca hay que leerla de arriba a abajo. La letra pequeña tiene mala fama y con razón… Esconde información que está a simple vista pero que da pereza leer porque la letra es canija y a veces está redactada de forma enrevesada.

Para no sufrir durante décadas con la hipoteca, lo mejor es no pecar de crédulos ni de ingenios y leerse todo bien. Si no se entiende, preguntar al banco o al notario es la solución. Más vale ser pesados que dejados.

Uno de los escollos es la vinculación. Seguros, tarjetas o productos con el banco se pueden asumir siempre que sea voluntariamente y siempre que hayas calculado que te interesa tenerlos porque ahorras o te llevas un valor añadido que te interesa.

Pero que no te metan un PUFo. La PUF (Prima Única Financiada) es una forma de pagar el seguro en una sola cuota y lo que normalmente no se sabe es que conlleva intereses (como la hipoteca) y, por tanto, sale más caro pagar así que por cuotas anuales.

Qué mal sabor de boca deja encontrarte que, de repente, te han quitado de la cuenta un dinero extra por un seguro que creías que no tenías o por, como ha pasado a mucha gente, tener un límite mínimo de intereses a pagar en la hipoteca que ha resultado ser una molesta cláusula suelo, que se lleva unos 1.200-2.400 euros más al año. ¡Y sin tener ni idea!

Otro aspecto que toca mucho la moral son las comisiones. Qué desagradable sorpresa te llevas cuando amortizas o te mandan el recibo a casa y te encuentras con que te cobran por ello. Da mucha rabia pagar, pero sobre todo no haberlo sabido antes. Es mejor estar enterado y evitar estos cobros antes de que los pretendan hacer.

Ni te cuento si empiezas con mal pie: pagando comisión por apertura del préstamo sin saber que te iban a cobrar por ello. Otras comisiones bastante desconocidas son la de subrogación (si te llevas la hipoteca a otro banco), la de cancelación (al terminar de pagar) y la de cambio del tipo de interés, que puede llegar a ser del 5%, y se aplica si pasas de una hipoteca fija a una variable. Pocos préstamos están totalmente libres de comisiones: por ejemplo Mari Carmen de Abanca y la Hipoteca Naranja de ING.

Ten cuidado también con la cuenta que te abra el banco para cobrarte la hipoteca. Aunque debería estar exenta de gastos, hay cuentas que te pueden suponer hasta 300 euros al año mantenimiento, tarjetas asociadas, compras a plazos y otras comisiones.

Por último, pregunta si los intereses de demora son tres veces el precio legal del dinero. Si es así está dentro de la legalidad. Si no, es abusivo y deben corregirlo para que no ocurra como en el pasado, que se ha llegado a exigir hasta el 29% en intereses por pagar con retraso una cuota.

Los derechos más desconocidos de las hipotecas

Pongamos luz donde más se necesita

Pongamos luz donde más se necesita

Cuando te comprometes con una hipoteca tienes muchos deberes… pero también derechos. Aprovechándose del gran desconocimiento generalizado en la mayoría de la población sobre el tema, la banca ha realizado multitud de tropelías como el redondeo al alza de las cuotas, intereses de demora abusivos, y la tristemente archifamosa cláusula suelo, entre otras cosas.

En todo ese océano de desconocimiento flotan algunos derechos fundamentales que tenemos y que a veces no sabemos, o no recordamos. Que no nos dé vergüenza usarlos o hacerlos valer, son nuestros y podemos utilizarlos.

Uno es el derecho a elegir la vinculación que se asume con el banco. No tienes por qué firmar cosas que no quieras. Lo único obligatorio es el seguro contra incendios, que entra dentro de las coberturas del seguro de hogar. Lo demás es opcional y sólo debes firmarlo si te interesa tenerlo (a ti, no al banco), porque esa bajada del diferencial que consigues a cambio de verdad compensa lo que pagas de seguros y otra vinculación, porque has calculado que de verdad ahorras. Míralo bien porque no siempre es así.

En caso de que asumas esa vinculación, tú puedes elegir con qué empresa contratar los seguros, no tiene por qué ser la que diga el banco. Lo único que te puede exigir es que, si te comprometes a tener seguros, lleves una póliza que lo demuestre, independientemente de cuál sea la aseguradora. Por defecto te hacen contrato con sus empresas, porque así ganan más dinero, pero puedes cambiarte a la que tú quieras, o incluso anular el seguro, porque sólo es necesario durante un tiempo para mantener el diferencial más bajo.

También puedes ir desde tres días antes al notario para que te explique con pelos y señales qué vas a firmar en la hipoteca, avisándote si ve algo raro. Este asesoramiento es gratuito, porque entra dentro de todo lo que pagas por sus servicios.

El banco también está obligado a contarte todo lo que firmas con la hipoteca, tanto derechos como obligaciones, así que no te vayas de la sucursal sin tener todo más claro que el caldo de un asilo.

Otra cosa que los bancos solían imponer, y desde hace un tiempo tenemos derecho a elegir, es la tasadora. Si la compra de una casa se realizar mediante hipoteca es obligatorio que una empresa independiente y profesional tase la vivienda. No tiene por qué ser la tasadora del banco, puedes escoger la que te parezca. Además ahorrarás dinero con ello.

Si las cosas te van mal y no puedes pagar todas tus deudas, tienes derecho a elegir cuál afrontar primero (casa, coche, préstamo personal…) y no la que te diga el banco. Y si al final ejecutan la hipoteca, puedes vivir en la casa mientras dure todo el proceso, que se puede prolongar durante más de un año.