Aún no me puedo de creer que más de la mitad (el 55%) de los pisos de segunda mano se compren en metálico, al contado, un billetito tras otro.
¿¡Tanta gente no necesita hipoteca?! Y eso que los pisos siguen costando un congo y parte del otro, y que la cosa económica está fatal de la muerte.
Aunque han bajado de media más de un 30%, el precio medio de los usados ha sido de casi 100.000 pavos en lo que va de año, según un informe de Fotocasa.
Ellos creen que hay gente que compra para alquilar, con lo que se saca un 5% de beneficio. También porque está chungo conseguir una hipoteca y porque ahora es más rentable pagar al contado, ya que las condiciones de los préstamos son más malas que Rapel prediciendo el tiempo.
Sin embargo, creo que hay algo más y se me ocurren muchas ideas. Una es que tengan toooooodo el dinero del piso ahorrado, lo cual es poco probable, pero quizá alguien exista. Otra opción es que tenga la pasta porque vendiera su piso anterior, estuviera de alquiler y decidiera a comprar de nuevo.
También puede ser que vendiera su casa, que ya tuviera pagada y sin hipoteca, y se fuera a otra más barata. O que tenga un papi-chulo mazo rico que le preste o regale directamente el dinero pal piso. Que le haya tocado un juego de azar, que haya cobrado una herencia esperada o inesperada -éstas son las que más molan-, que le hayan despedido después de 30 años en la misma empresa y la indemnización-finiquito la haya invertido en el ladrillo.
¿O es que crees que los casos que he estado mencionando o los que se te puedan ocurrir son suficientes para justificar que la mitad de la peña pague el piso a tocateja? Mmmm… Sería guay vivir en un país en el que la vivienda fuera acorde a nuestros ingresos y totalmente accesible para todos.
Pero despierta: ¡¡Esto es España!! El paraíso del boom inmobiliario y la especulación con la vivienda. Aquí el primer matao que ahorraba cuatro duros los invertía en un piso para luego venderlo y ganar más de lo que le daba cualquier producto financiero.
Sigue habiendo buitres que rapiñan pisos de gente necesitada, por ejemplo los que tienen movidas para pagar la hipoteca y les urge venderlo para acabar con la deuda y el problema. Al final pierden el piso igual, pero ganan dinero con ello en lugar de que lo gane el banco.
También existen flipaos que compran ahora que está barato para vender cuando esté caro, demostrando que no hemos aprendido nada de la crisis y que el Gobierno todavía no ha hecho lo suficiente para evitar que se especule con la vivienda. Ahora pagas muchos impuestos por venderlo antes de un año, pero si te esperas más no. Hecha la ley, hecha la trampa.
Y eso por no hablar de los que compran pisos para blanquear dinero de vete a saber dónde haciendo vete a saber qué cosas feas y malas. Cada piso tiene un comprador y una historia detrás, que aunque tenga final feliz, tendríamos que ver cómo ha sido el resto del cuento hasta llegar a la firma ante notario.